Los antecedentes se enlazan con el arribo a Buenos Aires en 1812 de la fragata George Canning, en la cual arribaron a nuestra tierra San Martín, Alvear y otros masones que llegaban con el firme ideal de declarar inmediatamente la Independencia sudamericana y dictar una Constitución, objetivos gestados durante su estancia en Europa y su vinculación con patriotas de otras naciones a través de las Logias.
En Buenos Aires gobernaba el 1º Triunvirato, integrado por Chiclana, Sarratea y Paso, pero cuyo dominio efectivo lo ejercía el Secretario Bernardino Rivadavia, cuyas acciones contribuían a demorar la Independencia.
San Martín recibe del gobierno la orden de formar un cuerpo de ejercito y así nacen los gloriosos Granaderos a Caballo. Se produce la renuncia del 1º Triunvirato en el alzamiento del 7 y 8 de octubre de 1812. Surge así el 2º Triunvirato, integrado por Nicolas Rodríguez Peña, Alvarez Jonte y Juan José Paso, los 3 hombres vinculados a las Logias.
Inmediatamente serán convocados diputados del interior para reunirse en Asamblea y, aunque no llegaron a declarar la independencia por influencia de la fracción alvearista, ahora distanciada de los ideales sanmartinianos, su obra será amplia y coherente con los ideales que ya se habían expresado en la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano de la Revolución Francesa, fuente de inspiración ideológica de la Revolución de Mayo y donde se hacen realidad los ideales de LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD.
Se declara la libertad de los negros esclavos nacidos a partir de este día, la eximición del tributo y el trabajo personal de los indios hacia los blancos abolió los escudos y títulos de nobleza, suprimió el mayorazgo, adoptó el Himno Nacional , el escudo y la escarapela, declaró fiesta nacional al 25 de Mayo, acuñó moneda, abolió el tribunal de la Inquisición, dictó la libertad de imprenta, declaró la libertad de culto.
Por Miguel Ángel Martínez