miércoles, 4 de diciembre de 2024

 

A pesar de que el descubrimiento de la radio no está exento de polémicas, el 14 de mayo de 1897 el ingeniero eléctrico y Premio Nobel italiano Guillermo Marconi realizó la primera transmisión de radio de la historia.

El físico e inventor italiano, hijo de padre italiano y madre irlandesa, a quien se atribuye el invento de la radio o telegrafía sin hilos, nació en Bolonia (Italia) el 25 de abril de 1874. Marconi no asistió a la escuela hasta después de haber cumplido los 12 años, pues sus padres prefirieron contratar a un maestro para que le impartiera clases particulares en casa.

Sería, gracias a un profesor de física llamado Vicenzo Rosa, que Marconi empezó a interesarse por el magnetismo y la electricidad. Sus estudios los cursó en Liorna y más tarde, a los 20 años, asistió a las Universidades de Bolonia y Florencia, donde impartía clases Augusto Righi, un físico italiano que desempeñó un papel muy importante en el desarrollo del electromagnetismo.

Hacia 1894 comenzó a investigar la transmisión y recepción de ondas electromagnéticas en casa de su padre en Bolonia, incrementando paulatinamente la distancia entre transmisor y receptor desde los 30 centímetros hasta los centenares de metros.

A los 22 años, mediante la utilización de un oscilador que el mismo había diseñado, descubrió la emisión “sin hilos” valiéndose de las llamadas ondas hertzianas, estas ondas habían sido descubiertas 8 o 10 años antes por el físico alemán Heinrich Hertz -por eso lo de ondas hertzianas-, quien pudo explicar que existían en la atmósfera -aunque invisibles al ojo humano- unas ondas electromagnéticas, las que luego se conocerían como ondas de radio.

Marconi, descubrió posteriormente, que esas ondas no visibles, mediante estímulos eléctricos, originaban radiación le permitiría enviar mensajes usando señales telegráficas, es decir, transmitiendo tonos cortos y largos, a manera de puntos y rayas, utilizando un revolucionario sistema de comunicación, inventado por Samuel Morse. El 24 de mayo de 1844, cuando este pudo enviar su primer mensaje utilizando su código a través de una línea física, fue considerado un momento histórico para la humanidad, ya que se pudo enviar una información a larga distancia en cuestión de segundos, pero el uso del cable para transportar la señal telegráfica, limitaba el alcance de este novedoso servicio.

Decidido a poner en práctica sus experimentos y con el fin de ampliar la cobertura del invento de Morse, Marconi se instaló en una finca que poseía la familia en Pontecchio, cerca de Bolonia, y en 1895 construyó un emisor según el modelo creado por Hertz, con el que pudo comprobar que era posible mejorar la sensibilidad del oscilador e incrementar la potencia para cubrir una mayor distancia, y tras haber realizado varias pruebas logró que su transmisor cubriera una distancia de dos kilómetros.

En 1895 descubrió que, colocando un generador de chispas de Hertz en lo alto de una varilla, el alcance de la recepción se podía aumentar a varios kilómetros. Construyó un pequeño aparato, cuyo alcance era de 2,5 kilómetros, que constaba de un emisor, un generador de chispas de Hertz y un receptor basado en el efecto descubierto por el ingeniero francés Édouard Branly en 1890. Visto el escaso interés que su aparato despertó en las autoridades italianas, Marconi optó por marchar al Reino Unido.

En Londres recibió el apoyo del ingeniero jefe de Correos, y en julio de 1896, tras una serie de mejoras, patenta el invento como Sistema de Telegrafía Inalámbrica. El que causa cierto revuelo entre la comunidad científica de la época. Ese mismo año se asoció con su primo, el ingeniero Jameson Davis, y fundó la compañía Wireless Telegraph and Signal Company, Ltd., inicialmente destinada a dar a conocer el aparato y conseguir soporte económico con el que realizar pruebas y mejoras en su funcionamiento.

Aunque parece probado que Marconi fue el primero en hacer una transmisión por radio, los rusos creen que fue Aleksandr Stepánovich Popov el inventor del receptor de ondas. La polémica estalló cuando el físico ruso presentó ese mismo año, ante una audiencia considerable de científicos de la Universidad de San Petersburgo, un receptor de ondas de radio muy similar al de Marconi.

El 14 de mayo de 1897, Marconi envió la primera comunicación inalámbrica a través de mar abierto a una distancia de seis kilómetros, desde el canal de Bristol (Inglaterra) a Penarth, una localidad de Gales con el mensaje: “Estás preparado”.

Marconi y Davis fueron incrementando paulatinamente el alcance de las emisiones montando los generadores de chispas sobre globos aerostáticos y realizando mejoras en el diseño de la antena, hasta que en 1899 lograron atravesar los dieciséis kilómetros que separan las islas británicas del continente. Un año más tarde una emisora montada sobre un barco de la marina británica logró contactar con una estación terrestre situada a 121 kilómetros.

En vista del éxito de la prueba, el Gobierno italiano solicitó a Marconi que regresara a su país de origen para efectuar allí una serie de demostraciones. En otoño de 1899, y por invitación del periódico New York Herald, Marconi viajó a Estados Unidos, donde cubrió la regata internacional America Cup de Sandy Hook, que fue retransmitida a bordo del barco de pasajeros SS Ponce.

Más tarde los objetivos de la compañía derivarían hacia la explotación comercial de la radio, y el nombre de la misma se transformó, alrededor de 1900, en Marconi’s Wireless Telegraph Company, Ltd.

En 1901 realizó una comunicación entre San Juan de Terranova y Poldhu, en Cornualles, a través del Atlántico, lo que asombró de nuevo al mundo científico, pues era opinión generalizada entre los hombres de ciencia de mayor fuste que la transmisión de señales de radio no podría superar los 300 kilómetros de distancia debido a la curvatura de la tierra. Experimentos posteriores de Marconi mostraron que el alcance de la transmisión era mayor durante la noche que durante el día, lo que venía a demostrar que las ondas de radio se reflejaban en las capas altas de la atmósfera: la incidencia de la radiación solar ioniza estas capas, que absorben mejor las ondas de radio.

La radio jugó un papel fundamental en las operaciones de rescate en los naufragios del Titanic y del Lusitania.

En 1909, Guillermo Marconi fue galardonado con el Premio Nobel de Física, La empresa que fundó a principios del siglo XX jugaría un importante papel en los rescates marítimos, el de del Titanic el 15 de abril de 1912 y el del Lusitania el 7 de mayo de 1915.

Esto contribuyó a que la población tomara conciencia de la importancia de la radio en el caso de catástrofes de esta magnitud. En palabras del presidente de la naviera White Star, a la que pertenecía el Titanic, Joseph Bruce Ismay (que también viajaba en el barco cuando tuvo lugar el naufragio): “Los pasajeros del Titanic que se han salvado, se han salvado gracias a un solo hombre, el señor Marconi y su maravilloso invento”.

El lanzamiento definitivo de este sistema de comunicación fue el equipamiento de dos barcos estadounidenses para que transmitieran los resultados de una regata a los periódicos de Nueva York, hecho que dio considerable publicidad a Marconi y que permitió la fundación de la filial American Marconi Company. El desarrollo de la sintonía supuso la posibilidad de realizar diversas comunicaciones utilizando diferentes frecuencias, y conllevó la famosa patente nº 7.777, que acabaría perdiendo en beneficio de Nikola Tesla, Oliver Joseph Lodge y J. Stone.

Recién en el siglo XX se tuvo la convicción, que las ondas hertzianas no se desplazaban en línea recta, sino que seguían la curvatura de la tierra.

Marconi, visitó la Argentina en 1910 y él mismo efectuó desde la localidad de Bernal, en el Gran Buenos Aires, la primera recepción inalámbrica en nuestro país, de señales producidas en Europa.

Ese año logró pudo establecer una comunicación con un alcance de 6.000 millas marinas (más de 11.000 kilómetros) entre un buque y la costa. Un año más tarde, al ir a inaugurar una estación emisora en Coltano, sufrió un accidente automovilístico que le ocasionó la pérdida de un ojo.

El siguiente descubrimiento de Marconi fue el empleo de ondas de corta longitud de onda, que se reflejan mucho mejor en la ionosfera y que permiten reducir considerablemente la potencia emisora sin merma de alcance. El uso de ondas cortas permitió la comunicación de Inglaterra con las colonias, en particular con Sudáfrica, Australia e India. Con el fin de realizar todas las pruebas pertinentes hizo de su yate Elettra su laboratorio privado.

En 1914 fue elegido senador vitalicio en su país, y en 1919 fue nombrado delegado plenipotenciario de Italia en las conversaciones de paz de París que siguieron a la Primera Guerra Mundial y en las que se sellaron los acuerdos con Austria y Bulgaria. Fue nombrado marqués en 1929, y un año más tarde presidente de la Real Academia de Italia.

Marconi, falleció de un ataque cardiaco en Roma en 1937, tras realizar una visita al papa Pío XI. En su honor se declaró en el país luto nacional. Entre los trabajos que publicó se encuentran La telegrafia senza fili (1903) y La radiocomunicazione a fascio (1928), además de numerosos trabajos de investigación publicados en las revistas científicas de la época, entre las que destaca los prestigiosos Proceedings of the Royal Society.

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