sábado, 27 de julio de 2024

En agosto del año pasado las paredes de la Escuela N°22 Ingeniero Bruno Thomas, de El Maitén, comenzaron a temblar y a hacer ruidos extraños, cosa que preocupó a autoridades, docentes y alumnos. Al tiempo, el Ministerio de Educación envió a un equipo de ingenieros a revisar el edificio y determinó que no se podía continuar con el dictado de clases hasta no se realicen las refacciones necesarias. Para continuar dictado de clases se estableció un Plan de contingencia donde se improvisaron aulas en la iglesia, en jardines y en distintos lugares alternativos.

“Esto empezó en agosto con estruendos y temblores que se escucharon, no sabían de dónde venían, se suspendieron las clases unas tres semanas, después se volvió sin mucha explicación, en noviembre volvieron a escuchar estos estruendos y temblores, entonces ahí se armó rápidamente el plan de contingencia, vinieron ingenieros, vinieron un par de personas a observar pero no dejaron nada escrito, no dejaron ningún informe, los papás no tenemos nada claro de qué está sucediendo con la escuela”, recordó Mariana Moraga, mamá que integra el grupo de padres y madres de la comunidad educativa.

“El año pasado hicimos  marchas y reclamamos aunque muchos padres accedieron a este plan de contingencia pero lo que sucede es que si el plan está en marcha para el Ministerio la escuela está funcionando, entonces no se avanza con las obras y lo que nosotros queremos es apurar el tema de las obras, llevamos 7 meses esperando”, aseguró

Este lunes se termina el receso de verano, los arreglos no se hicieron y la orden del Ministerio es continuar con “el Plan de contingencia” pero los padres se negaron y aseguran que no enviarán más a sus hijos a clases hasta que la escuela no vuelva a estar en condiciones.

“Tuvimos una reunión en la cual se nos dijeron que aún no tienen el informe de lo que hay que arreglar, no tienen nada escrito, entonces tampoco nos podían mostrar qué es lo que hay que arreglar. Lo único que se nos presenta es el plan de contingencia, algo que claramente ya no aceptamos porque venimos con este problema desde agosto del año pasado. Como papás lo que decidimos fue no enviar a nuestros niños a la escuela y a su vez el lunes vamos a reunirnos frente a la Escuela a manifestándonos”, indicó.

Moraga reclamó que durante el año pasado los estudiantes fueron expuestos en edificios que no cuentan con las medidas de seguridad correspondiente y la idea para este año es similar.

“El año pasado reubicaron a los niños en diferentes lugares que no están adecuados para que ellos estén ahí, no es lo ideal y además se pierden el comedor que brinda la Escuela 22, si los reubican en otros lugares los niños también pierden eso.  Mi niña va al primer ciclo y una de las ideas de la escuela era poder mandarla al predio de la fiesta Nacional del Tren a Vapor, ahí van a estar nuestros chicos recreándose durante 2 horas, es una vergüenza”, expresó.

“No vamos a culpar  a los directivos, a los docentes, es una cadena de responsabilidades de las cuales nosotros como padres también somos parte. Vimos que los directivos y los docentes hacen hasta lo imposible, presentan notas y demás, no es ponernos padres contra docentes, sino unirnos todos y ayudar a los docentes que muchas veces no pueden reclamar porque los frenan un montón, nosotros como papás también somos parte de esta institución y una de las formas que se nos ocurrió por ahora es esta, no enviar a nuestros niños a la escuela y además poder hacer un poco de ruido, comunicarnos con los medios, hacerlo visible. Además, no es solo la Escuela 22, sino que estamos con varias escuelas de acá del pueblo con problemas”, denunció Mariana Moraga, mamá integrante de la comunidad educativa.

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