El Gobierno firmó este miércoles los contratos de obra de la construcción del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), que saldrá desde Vaca Muerta hasta el oeste de la provincia de Buenos Aires.
Los constructores serán Techint (Paolo Rocca) y SACDE (Marcelo Mindlin) en una Unión Transitoria de Empresas; BTU, de Carlos Mundin; y Esuco, de Carlos Wagner, hará la planta compresora Mars 100 en la cabecera del gasoducto Mercedes – Cardales.
La obra permitirá ampliar en principio unos 11 millones de m3 diarios la capacidad de transporte de gas desde Neuquén, constará de 56.700 caños de acero de 12 metros de largo, y atravesará 85 cruces especiales compuestos por ríos, rutas, líneas eléctricas y de ferrocarriles.
Al mismo tiempo, aumentará la disponibilidad de gas a precios competitivos para la industria, los comercios, los hogares, y para su exportación.
El costo total del gasoducto de Vaca Muerta y las obras complementarias será superior a los 2300 millones de dólares (valuado en $ 305.000 millones), entre la construcción misma, las cañerías, los electrodos, las mantas termocontraíbles, las válvulas y otras tareas.
El ministro de Economía, Sergio Massa, garantizó que el Estado Nacional tendrá el dinero a disposición para financiarlo. Este jueves tiene un desafío relacionado a Energía: anunciará los aumentos de tarifas de luz, gas y también de agua con segmentación por ingresos y consumo a partir de septiembre.
Una parte de la plata para el gasoducto se recaudó el año pasado mediante el Aporte Solidario y Extraordinario (mal llamado impuesto a la riqueza o a las grandes fortunas). El resto fue con fondos incluidos en el Presupuesto, que están generando rendimientos en el Fideicomiso Pellegrini. Lo que falta se generará con impuestos, deuda en pesos o emisión monetaria durante 2023.
La terminación del gasoducto, prevista para el 20 de junio de 2023 -una fecha “muy optimista”, de acuerdo a la opinión de expertos del sector- permitiría al Tesoro un ahorro cercano a los u$s 2200 millones en importaciones de energía el año que viene. La obra generará 10.000 puestos directos de trabajo y otros 40.000 empleos indirectos, se comunicó oficialmente.
Además, Massa llamó a que en los próximos 30 días empiecen las licitaciones para la segunda etapa del plan Transport.Ar -extender el gasoducto hasta la ciudad de San Jerónimo, en Santa Fe junto a otras obras-, con la que Argentina podría llevar su gas hasta el norte, abandonar la dependencia de las importaciones de gas natural de Bolivia y en un futuro conseguir exportaciones a Brasil.El financiamiento de esta obra será privado y -según pudo saber El Cronista- los colaboradores del ministro vienen trabajando en un esquema con un fee. En 2019, el gobierno de Mauricio Macri buscó licitar el gasoducto de Vaca Muerta con financiamiento privado mediante la concesión de una tarifa en dólares para una nueva licencia de transporte, esquema que chocó con la suba del riesgo país y la imposibilidad de garantizarle a las empresas un repago estable de su inversión.
TARIFAS EN DÓLARES
Fue el presidente Alberto Fernández quien encabezó el acto que se desarrolló en la ciudad bonaerense de Salliqueló -a 550 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires y 275 del puerto de Bahía Blanca-, lugar en donde terminarán los 583 kilómetros del gasoducto que comenzará en Tratayén (Neuquén). Y ahí mismo declaró: “No queremos nunca más que las tarifas en la Argentina estén dolarizadas”.
En rigor, las tarifas de la energía están en pesos pero se referencian en un valor en dólares tanto del gas como de la energía eléctrica, cuyos productores cobran precios garantizados por el Estado, que con subsidios a la demanda financia lo que no pagan los usuarios. Las tarifas propiamente dichas, que son la parte de transporte y distribución, se ajustaron durante la era Macri cada 6 meses por la variación del dólar y la inflación; desde 2019, acumulan un retraso y funcionaron como política de ingreso -salario indirecto- a toda la población.
Fuente: El Cronista