En Mendoza nace Don José Félix Esquivel y Aldao un 11 de Octubre de 1785. Fue fraile dominico y militar, granadero, capellan, general y caudillo federal de la provincia de Mendoza.
Se educó en el colegio de los dominicos, y muy pronto ingresó en esa orden, ordenándose sacerdote en 1806 y doctorándose en Santiago de Chile.
De regreso a Mendoza, se incorporó al Ejército de los Andes junto con sus hermanos, para hacer la campaña a Chile como capellán de un regimiento. En el combate de Guardia Vieja tomó sorpresivamente las armas y luchó junto a los soldados, de modo que, por consejo del general Las Heras a San Martín, se incorporó al Ejército como teniente del Regimiento de Granaderos a Caballo.
Hizo toda la campaña de Chile, combatiendo en Chacabuco, Cancha Rayada y Maipú.
En la campaña del Perú, fue elegido para dirigir operaciones de guerrillas en la Sierra : sublevó las poblaciones indígenas para quitar recursos a los realistas, apoyar al ejército patriota y hacer operaciones menores, con cientos de pequeñas batallas. Los realistas recurrieron al terror para enfrentarlo, y Aldao también respondió con una gran crueldad.
Logró en esa guerra su ascenso a teniente coronel.
Regresó a la provincia de Mendoza en 1824, convirtiendose en un referente federal del interior.
En el cuadro se lo observa en esta etapa de su vida, con su divisa punzó y el típico bigote federal.
Él mismo organizó su entierro, sufría un cáncer en la cara, y ordenó que su cuerpo fuera vestido con los hábitos dominicos y el uniforme guerrero, uno arriba del otro. El propio obispo de Mendoza le prestó los servicios religiosos, y su cuerpo fue depositado en una de las bóvedas de la Iglesia Matriz de Mendoza. Un terremoto en 1869 hizo desaparecer el templo y todos los cadáveres que allí estaban enterrados, incluido el de Aldao.
Por Miguel Ángel Martínez