sábado, 27 de julio de 2024

Simón de Cirene, que cargó con la cruz del Nazareno camino del Calvario, fue aprovechado por los gnósticos para negar la muerte de Jesús.

“Cristo con la Cruz a cuestas”, Tiziano Colección Museo Nacional del Prado

Solo Simón de Cirene ayudó a Jesucristo a llevar la cruz, por orden de la guardia romana, camino del Gólgota. Poco más se sabe del último hombre que estuvo en contacto con Jesús y que ha sido reproducido ampliamente por el arte, desde la Capilla Sixtina de Roma o la Sagrada Familia de Barcelona hasta Tiziano o Tiepolo. Tres de los cuatro evangelistas (Mateo, Marcos y Lucas) se refieren a él. Discrepan en de dónde venía. Marcos y Lucas aseguran que “volvía del campo”, mientras Mateo omite esa referencia.

¿Por qué? El catedrático de Filología Griega de la Universidad Complutense de Madrid Antonio Piñero cree que, “por si las moscas, Mateo quita la referencia de que venía del campo”, ya que el momento en el que Jesús va camino de la crucifixión se acerca mucho a la hora en la que comenzaba la fiesta de la Pascua, en la que estaba prohibido trabajar. Por eso Piñero especula con que Mateo solo escribe que pasaba por ahí: “Cada evangelio es una nueva edición del evangelio anterior”, añade.

Detalle de ‘El Juicio Final’ (1536-1541), de Miguel Ángel, en la Capilla Sixtina. A la derecha, el Cirineo carga con la cruz

Tanto es así que el cuarto evangelista, Juan, va un poco más allá y suprime cualquier referencia al denominado Cirineo: “El evangelio de Juan es una enmienda a la totalidad”, según Piñero. Ese texto sagrado elimina todo lo superfluo y se centra en el Jesús más espiritual. Y ahí no tiene cabida Simón. Los Evangelios se escriben décadas después de que Jesús muera y a través de fuentes indirectas o de tradición oral.

Hay algún detalle más sobre Simón de Cirene en el texto de Marcos, ya que lo identifica como el “padre de Alejandro y Rufo”. En opinión del rector del Ateneu Universitari Sant Pacià, Armand Puig, el hecho de detallar con precisión quién era Simón dentro de la comunidad de Jerusalén es una prueba de la verosimilitud de los Evangelios: la referencia al nombre de los hijos “es un detalle muy interesante, porque precisamente es innecesario”.

En realidad, no está claro que Jesús cargará con una cruz; posiblemente –como defienden Piñero y Puig– solo llevó un madero. La cruz que más se ha reproducido en la iconografía es la que tiene forma de Tau. Se compone de dos travesaños de madera: el stipes y el patibulum. El stipes es el vertical, que probablemente estuviera fijado en la zona de ejecución, y el patibulum es el horizontal, que se cree que es el que portaría Jesús.

El último detalle relevante de los Evangelios es que quien cargó con la cruz (o con el patibulum) era natural de Cirene, una antigua colonia griega en el norte de la actual Libia. ¿Cómo era en el siglo I? “Cirene es una ciudad enorme. No podemos hablar evidentemente del tamaño de Atenas o de Alejandría, porque son dos megalópolis, pero seguramente es una ciudad de dimensiones considerables, como podrían ser Tebas o Corinto. Las ruinas dejan ver unos edificios increíbles. Y el hecho de que Heródoto ya explique su historia en el siglo V hace que se conozca perfectamente. La ciudad participa incluso en las Olimpiadas”, contesta el profesor de Historia Antigua de la Universitat Autònoma de Barcelona Borja Antela.

¿El último hombre que ayudó a Cristo era negro? Ante esta posibilidad, Antela responde con otra pregunta: “¿Jesús es negro o de piel oscura? Es un enigma. Pues lo mismo con Simón de Cirene. Si es un ciudadano griego, probablemente sea blanco; es decir, que forma parte de una amplia comunidad de población blanca de Cirene. Conocemos otros personajes históricos próximos en el tiempo, como Berenice II, que es una de las reinas del Egipto ptolemaico que proviene de Cirene, y no tenemos ninguna noticia ni ninguna evidencia para pensar que sea negra”. Armand Puig añade que “no es ineludible que pudiera ser negro”.

Pero el Cirineo no solo es importante por ayudar a Cristo, sino que se convierte en una figura clave siglos después con la aparición de los gnósticos. El gnosticismo es una doctrina filosófica y religiosa de los primeros siglos de la Iglesia que mezclaba creencias cristianas con otras judaicas y orientales. Se dividió en varias sectas que interpretaban a su manera la religión y cuestionaban conceptos o ideas tan básicas como la propia muerte de Jesús.

En opinión de unos de esos grupúsculos –que aparece siglo y medio después de la Pasión de Cristo–, dada la naturaleza divina de Jesús, este no puede morir. ¿Quién es entonces el que falleció en el Calvario? En este punto recurren a la figura del único hombre que le ayuda a llevar la cruz, Simón de Cirene, y sostienen que fue él quien pereció en el Gólgota.

Compartir.

Dejar un comentario