Desde hace algunas horas circula por redes sociales el crudo relato de un vecino de Lago Puelo que vivió momentos de bronca e indignación cuando tuvo que enterrar a un familiar fallecido y el cementerio se encontraba cerrado un jueves a las 10 de la mañana.
Llamó al municipio y solicitó que les abriesen las puertas pero nadie les solucionó el inconveniente y tuvieron que ingeniárselas e ingresar al cementerio por un lugar rudimentario y muy dificultoso para los adultos mayores.
Lamentablemente, el intendente y los funcionarios municipales no se comunicaron con la familia para dar las explicaciones pertinentes ni brindar las disculpas correspondientes.
Compartimos el testimonio: