Hace unos días se cumplieron 84 años de la muerte del gran poeta español Don Antonio Machado, hombre de enorme compromiso social y político y que, de entre sus conocidos aforismos, creemos oportuno recordar aquel que reza: “Es el político, señores, el hombre capaz de resbalar más veces en la misma baldosa, el hombre que no escarmienta nunca en cabeza propia”.
En el año 2003 los radicales se enzarzaron en una memorable pelea por la disputa de la gobernación de la Provincia del Chubut, entre el entonces Gobernador Lizurume y su antecesor Carlos Maestro. Aquella recordada interna terminó en la famosa urna 303 de Comodoro Rivadavia, con Rafael Cambareri y Federico Massoni como principales actores. Las discusiones por padrones “truchos” o no “truchos” terminó con un triunfo ajustado de Lizurume. El hartazgo de la población ante ese espectáculo interno vergonzoso, por disputas de cargos escandalosos que dio como resultado el sorpresivo triunfo de Mario Das Neves, poniendo fin a 12 años de protagonismo hegemónico de la UCR, que a partir de ese momento pasó a ser un partido menor, esperanzado en colocar algún intendente, un par de diputados provinciales y con suerte algún representante nacional por la minoría.
Y como dice la letra del famoso tango de Gardel Volver: “Que es un soplo la vida, que veinte años no es nada….”, y ratificando el aforismo machadiano, los radicales vuelven a repetir la historia, en una disputa muy similar a la de dos décadas atrás, con motivo de las elecciones anticipadas convocadas por el intendente Maderna para las municipales de Trelew.
Los radicales, que hace tiempo no conocen de internas, buscaron un candidato potente, como Federico Massoni, para poder triunfar sobre sus aliados del PRO en JxC y de esta manera hacerse fuertes, con un triunfo en una ciudad tan importante como Trelew, que permita posicionarlos para conseguir la gobernación con Damián Biss, en las elecciones provinciales.
Para asegurar el triunfo los “estrategas” radicales exigieron que las elecciones internas sean CERRADAS, es decir que puedan participar solamente los afiliados del radicalismo y del PRO, contando con la notoria superioridad de afiliados propios que superan varias veces a los seguidores de “Nacho” Torres. Este planteo fue aceptado lógicamente a regañadientes.
Se conforma, en forma consensuada, una Junta Electoral de Juntos por el Cambio, integrada por representantes de todos los sectores incluido uno del GEN.
Comienzan los preparativos para las internas y la seguridad de triunfo de los “estrategas” se va disipando, así que empiezan las etapas de impugnaciones a la lista de Gerardo Merino. Se cuestionan los padrones y la Justicia Federal los convalida. Se hace un planteo impugnatorio, por formalidades en la presentación de los avales y el Tribunal Electoral propio rechaza dicho planteo. Recurren ante el Tribunal Electoral Provincial, que por unanimidad se declara incompetente habilitando de esta manera la elección. En el día de ayer la UCR vuelve a apelar, esta vez la decisión del Tribunal Provincial, con una presentación ante el STJ que tendrá 72 horas para expedirse luego de la opinión del Procurador General o quien lo reemplace.
Todos estos pasos y triquiñuelas traen, indudablemente, a la memoria la urna 303, que hace ya veinte años provocó la derrota del radicalismo, y su desaparición política pasando de 16 diputados a 2, perdiendo Trelew, bastión electoral radical, llegando a mostrar tal debilidad que presentaron un candidato a Intendente que a su vez encabezaba la lista de concejales para asegurarse una banca única en el concejo.
Las semejanzas con lo sucedido en las elecciones de hace veinte años que provocó la catástrofe radical son de un asombroso parecido, pero parece que no se escarmienta y en vez de buscar una pelea franca, con la participación de los afiliados, se busca el atajo para ganar en los tribunales, una elección que podrían ganar perfectamente en las urnas con un fuerte candidato como Massoni.
Comenzamos esta nota recordando un aforismo de Don Antonio Machado y creemos oportuno finalizar con otra cita del ilustre poeta Sevillano: “La política señores es una actividad importantísima…Yo no os aconsejaré nunca el apoliticismo, sino en último término, el desdeño de la política mala, que hacen trepadores y cucañistas, sin otro propósito que el de obtener ganancia, y colocar parientes y amigos…”