sábado, 14 de septiembre de 2024

Fresco ganó la gobernación en las elecciones del 3 de noviembre de 1935 abrazado al lema: “No volverán los radicales”, que a la vez hicieron su campaña con la consigna: “Volveremos”. Bajo su dirección el Partido Conservador hizo una utilización sistemática del fraude. Fresco fue, acaso, quien más defendió la manipulación del voto, entendida como “Fraude Patriótico”, porque conjuraba el peligro de una regresión al Radicalismo, identificado con la demagogia y el desorden. Los argumentos que Fresco desplegaba en su discurso para defender esa práctica tenían algo de comicidad. “A los argentinos les gustan las cosas claras –decía-, ¿Qué es eso de encerrarse en un cuarto oscuro?”; o “El argentino es varón, es macho, le gusta decir su voto, cantarlo”.

De manera más articulada, Fresco expone su desdén por la Democracia liberal y admite que la legitimidad de su poder deviene, según él lo interpreta, de la revolución del 6 de setiembre de 1930: “El concepto de inmutabilidad y perfección de la Ley Electoral perdió vigencia en la conciencia pública después de la Revolución…. Con el voto secreto estamos creando una raza débil y una juventud incapaz de mantener con ardor la fibra y temple de los varones que fundaron la República e hicieron grande la Nación”.

La degradación de la cultura electoral se ejecutaba de manera violenta, expulsando a los fiscales opositores de las mesas. Es difícil ilustrar las manualidades y el alcance de estas aberraciones con un texto distinto de este de Bejar:

En su edición del 4 de noviembre de 1935, La Prensa publicaba las instrucciones que el Comité Conservador de Bragado había distribuido a los hombres del partido responsable de inaugurar los comicios en esa localidad: “los comicios deben abrirse a las 7.45 horas y no a las 8.00 horas. A las 7.45 estarán presentes el Presidente, el Fiscal Conservador y el Fiscal Antipersonalista y se procederá a colocar en la urna 40 o 50 sobres con los votos Demócratas y de 8.00 a 10.00 Antipersonalistas correspondientes todos a las libretas que tenemos en poder del partido. Cuando llegue el Fiscal radical a las 8.00 horas y pretenda protestar …. Se le contestará que su reloj está atrasado para lo cual el Presidente y los Fiscales amigos y demás presentes arreglaran los relojes convenientemente. Donde a pesar de esto no exista la seguridad del triunfo, se pondrán votos de más o se dejarán de hacer las anotaciones en las Actas, para invalidar esa mesa. Estas instrucciones deberán ser quemadas una vez que hayan sido aprendidas de memoria”.

No todas las prácticas asociadas al fraude eran tan ingenuas como las consignadas en esta nota. Es posible que la imagen más ampliamente difundida sea aquella en la que un grupo de guapos con armas y apoyados por la policía impedían votar a todos aquellos identificados como opositores al oficialismo. Diferentes testimonios de la época coincidieron en destacar que cuando el radicalismo retornó al escenario electoral bonaerense en noviembre de 1935, la coerción abierta fue la vía ampliamente difundida para evitar su reingreso al gobierno.

Fragmento del libro “El nudo”, de Carlos Pagni

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