Todos recordamos las anécdotas de Gral. Lavalle y del Cnel. Rojas con el Gral. Bolívar y la poca simpatía de este, con los hombres de San Martín, principalmente los argentinos y chilenos.
Adolfo Carranza en sus “Leyendas Nacionales” pagina 73, de 1894, nos cuenta:
“La mesa había sido festiva y alegre (por la victoria de Ayacucho). Pero terminada que fue y hallándose Bolívar algo cargado por el excesivo champagne que tomara, tuvo una fuerte discusión con Deheza, porque este sostenía que iba errado en creer que la República Argentina necesitaba de libertadores, pues esta no aguantaría expediciones extranjeras y menos tiranos.”
“Bolívar se excitó, y saltando sobre la mesa, la atravesó, haciendo pedazos la vajilla y cuanto encontraron sus tacos y espuelas, exclamando: “¡Así he de pisotear a la Argentina!”
-“¡La pinga, mi General!”, le grito Deheza, que también estaba acalorado y era impetuoso y bravo, y se disponía a continuar la escena; pero la interposición de Alvarado y los jefes colombianos dio término a ella, no sin dejar estupefactos y desagradados a los que la presenciaron”.
De cualquier manera, está claro que las bebidas habían cumplido su cometido, han calentado el pico y hay que verlo en ese contexto. Esta anécdota es un toque de color entre hombres y mujeres de pasión, unidos para lograr una américa grande. Con aciertos y con errores, con claros y oscuros. Fueron seres iluminados tras una idea.
Por Miguel Ángel Martínez