Nuestra joven provincia, en sus años de origen, con inteligencia fomentó la llegada de trabajadores de otros sitios del país para incorporarlos a la administración, construcción, fábricas, y otros sectores del nuevo Estado todavía embrionario. Se les facilitaba el trabajo y hasta se les pagaba los viajes de fin de años de regreso a sus provincias de vacaciones y otros beneficios que hicieron atractivo trasladarse a un lugar tan lejano a sus hogares. Es así como cientos de buenos obreros Sanjuaninos, Catamarqueños, incluso Chilenos, y de otros lugares que vinieron a Chubut, se instalaron constituyeron sus familias y la mayoría de ellos están enterrados en nuestros cementerios.
Pero después comenzó una etapa de “importados” que llegaban a nuestras tierras en otro nivel de acción. Eran gente que venía y ocupaba los mejores cargos e iban formando colonias de parientes, en forma notoria, en puestos expectantes y los mejores pagos del Estado. Fue tan evidente esta acción de los “acomodados” que llegaban de otras tierras con espíritu gerencial que la campaña de la UCR, a los comienzos de los años 60, tenía como slogan “BASTA DE PARACAIDISTAS”. Hasta no hace mucho tiempo se podían ver viejas pintadas en las que las siglas de la UCR se pintaban dentro de un paracaídas acompañado de un mensaje claro: “vote Herrera – Sáez UCR acabe con los paracaidistas”.
Más tarde con la democracia se fueron produciendo fenómenos más llamativos, recordemos al cordobés Asencio, ministro de economía que decía “nosotros los chubutenses” y negociaba la quita de coparticipación de Chubut. En épocas más recientes, los bonaerenses, García Lorea y Diego Correa importados del Gran Buenos Aires, o los recientes aportes de Javier Albaredo para manejar el Banco del Chubut de la mano de Arcioni que daba cátedra financiera, todos los sectores políticos apoyaban y tuvo que renunciar después de un escándalo vergonzoso.
Rawson, con la incorporación de Miguel Larrauri, ha cumplido con la cuota de aportes migratorios internos, y desde su Gobernador Costa natal pasó a ser multifuncionario del Intendente Damián Biss caracterizándose, como otros funcionarios de la gestión, por su inoperancia pero con grandes condiciones para las declaraciones y gacetillas.
Como ahora es el hombre encargado del medio ambiente, se ocupó de hacer declaraciones sobre el dragado de Puerto Rawson y entre otras genialidades sostuvo: “Hace un año que está parada la obra, y que inicie a dos semanas de una elección es por una improvisación importantísima”. Claramente dice que no es importante si existe o no contaminación sino que se haya iniciado la obra (contaminante o no) en épocas electorales que podrían, según su interpretación, perjudicar las chances de reelección del intendente Biss.
En otro tramo el funcionario sostiene: “La explicación técnica es esa, es un barro negro que sale del caño y genera este impacto visual negativo” y finaliza con una frase genial en estas cortas declaraciones: “no estamos en contra de la obra desde la Municipalidad, pero lo que estamos en desacuerdo es con esta draga”.
Esta obra fue apoyada desde la gestión municipal e incluso se festejó con bombos y platillos la llegada de la draga, y el propio intendente Biss en el debate de candidatos celebrados hace pocos días anunció que en poco días se iniciaba la obra por lo tanto no puede un funcionario decir semejantes declaraciones en perjuicio de la propia gestión.
El intendente había logrado salvar, razonablemente, la comprometida situación municipal en este complejo tema del dragado, con el amparo presentado por el propio Biss y resuelto favorablemente, frenando inmediatamente el trabajo de refulado. Esta resolución judicial había puesto cierto barniz protector al jefe comunal y posiblemente desate un debate que seguramente traiga consecuencias impredecibles, pero declaraciones como las de este funcionario tiran por tierra cualquier acción política o judicial que se realice.
Un dato no menor es aclarar que la draga sin trabajar genera una deuda a la provincia entre millón y medio y dos millones diarios que deberemos pagar todos los chubutenses. ¿Alguien alguna vez deberá pagar los perjuicios originados por estas las irresponsabilidades?