miércoles, 12 de marzo de 2025
Polidoro Segers junto a sus hijos e indígenas

Acompañó a Ramón Lista en 1886 en una exploración al interior de la Tierra del Fuego. Segers, cirujano de segunda clase de la Armada, fue uno de los que presenció el enfrentamiento entre las huestes de Lista y los onas de la isla. El hecho dio elementos para que los historiadores lo comentaran repetidas veces aunque generalmente trascripto de una misma fuente. Así dejó documentado Segers -o Seggers- el hecho: “(…) El R. P. Fagnano, capellán de la expedición, y yo nos habíamos hecho cargo de las criaturas abandonadas y mientras seguía el tiroteo no podíamos menos que protestar indignados contra ese acto de crueldad que pasaba a nuestra vista, sin que pudiéramos impedirlo”.

Luego los comentarios de diversas obras transforman los hechos subsiguientes en fábulas donde Segers y Fagnano “saltan” entre medio de los soldados y nuevos nativos para impedir otro enfrentamiento, entonces, con gestos y ademanes de amistad, establecen contacto con los indígenas llamándoles “Yegoa, yegoa” (hermano, hermano). Así, los dos parlamentarios -voluntarios según ellos, enviados según su jefe- siguieron avanzando y Segers comenzó a saltar como un niño para distraerlos. Los nativos lo imitaron y terminaron “abrazándolos”.

Al finalizar la expedición, Segers y Lista se embarcaron rumbo a Ushuaia en la nave Piedrabuena, mientras la tropa y Fagnano regresaron a Carmen de Patagones.

Poco tiempo después, el doctor Polidoro Segers se radicó en la isla por poco tiempo, y prestó diversos servicios a la misión protestante. Fue el primer facultativo que actuó en la Tierra del Fuego.

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