La profundización de la crisis económica de 2019, con la sistematización del pago escalonado a los empleados públicos, provocó el desplome de la imagen pública del gobernador Mariano Arcioni, quien se vio obligado a no permitir que los usuarios de la red social Twitter pudieran opinar en sus publicaciones debido a la catarata de insultos que le propinaban.
Casi 3 años después y con la normalización del pago de los haberes, Arcioni decidió permitir que la gente pueda expresarse nuevamente en sus posteos de la red del pajarito y las opiniones no cambiaron el tenor ni el sentido de 2019.