martes, 3 de diciembre de 2024

Huberto era un cazador despiadado. Sin escrúpulos. Pero un día algo cambió su mirada con respecto a la naturaleza. Durante una de sus jornadas de caza aseguró haber visto un ciervo blanco majestuoso. En el medio de su cornamenta había una cruz con un destello enceguecedor. Desde ese encuentro, él dejó de cazar y se unió a la iglesia como misionero. Hoy es conocido como San Huberto, patrono de los cazadores. Y su historia inspiró la creación de una de las bebidas alcohólicas más conocidas del mundo. El elixir de los “maestros de la caza”.

En el siglo XIX, la pequeña localidad alemana Wolfenbütel, ubicada en Baja Sajonia, se dedicaba a la agricultura y la minería. Y en aquella época se utilizaba vinagre para enfriar las rocas calientes de las minas. Por eso, en 1887, Wilhelm Mast abrió una tienda en la que fabricaba y comercializaba vinagre y vinos finos. Sin embargo, su hijo, Curt, estaba interesado en otro rubro: las bebidas espirituosas.

Curt tenía 21 años cuando su padre murió y se hizo cargo del negocio familiar. Al mismo tiempo que continuaba con su producto insignia, también empezó a experimentar elaborando sus propios licores.

La creación del Jägermeister
Luego de varios años de pruebas y catas finalmente llegó a la fórmula deseada. Se trataba de un licor herbal compuesto de 56 botánicos al cual bautizó Jägermeister, que se traduce como “maestro cazador”. Curt Mast era un entusiasta de la caza y conocía al dedillo la historia de San Huberto. Además, eligió al ciervo con la cruz brillante como el emblema oficial de su marca.

El ciervo y la cruz, inspiradas en San Huberto, se convirtieron en los emblemas de la marca.

Pero todavía le faltaba un envase. Mast la imaginaba como una bebida que los cazadores llevarían a sus expediciones, entonces la botella necesitaba ser resistente. Tomó varios modelos y los tiró contra su piso de roble. Todas se rompieron excepto la que hoy se conoce como la botella de Jägermeister. Asimismo, le dio el color verde cazador que también protegía al líquido de los rayos UV

Fórmula 1 y rock and roll
Casi 90 años después de su creación, la marca aún continúa elaborándose en Wolfenbütel. Se mudaron a un edificio más grande en 1958, actualmente conocido como calle Jägermeister, y en 2006 inauguraron sus nuevos headquarters en la ciudad.

La compañía, Mast-Jägermeister, no se concentró solo en su marca principal. En los 60, al mismo tiempo que exportaba sus primeras botellas de la bebida de los cazadores, también lanzó otras etiquetas. El licor de café Mocca Doble y el amargo Boonekamp fueron algunos de ellos, no obstante solo sobrevivió el licor de fruta Schlehenfeuer.

Este licor herbal cosechó fanáticos alrededor del mundo. Se dice que los Guns N’ Roses se negaron a presentarse a un show luego de que les prohibieran tener su botella de Jägermeister. Y el emblema del ciervo apareció en episodios de la sitcom How I Met Your Mother y en la carrocería del auto de Nikki Lauda.

Curt Mast murió en 1970 y lo sucedió su sobrino, Günther, quien falleció en 2011. Hoy la quinta generación se encuentra detrás del crecimiento de la marca que hoy vende más de 111 millones de botellas al año.

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