miércoles, 11 de diciembre de 2024

Usuarios libertarios comenzaron a difundir desinformaciones sobre las generales, acompañadas por algunos dirigentes de La Libertad Avanza. Qué sucedió y qué pueden provocar estos discursos de cara al balotaje.

Días después de las elecciones generales, usuarios de redes sociales vinculados a La Libertad Avanza comenzaron a difundir mensajes en alusión a un supuesto fraude perpetrado para disminuir el rendimiento electoral de Javier Milei.

A raíz de eso, la ONG Contextual publicó un informe que alertó sobre una “acción coordinada”, advirtiendo que “operaciones similares” habían sido llevadas en los comicios de España y Brasil, en donde se candidatearon figuras cercanas al líder libertario, como Jair Bolsonaro (PL) y Santiago Abascal (Vox).

El análisis de Contextual consignó que incluso “antes de conocerse los resultados del boca de urna (…) esta clase de contenido ya había circulado”. Hasta ahora no hubo acusaciones explícitas de fraude por parte de la fórmula de Javier Milei y Victoria Villarruel, aunque la postura de deslegitimación sí fue propiciada por dirigentes de relativo conocimiento mediático y de influencia en redes.

En particular, Contextual relevó que, durante un streaming hecho el día de la elección por el canal libertario BreakPoint, una de las encargadas de las redes sociales de Javier Milei, Eugenia Rolón, había pedido hacer “tendencia en Twitter ‘Fraude'”. Esto fue replicado por diferentes candidatos y diputados de LLA, lo que empezó a generar un aval puertas adentro sobre aquella consigna.

El principal argumento que esbozaron en primer lugar referentes y usuarios fue que el telegrama de mesa escaneado y los números del sitio del recuentro provisorio indicaban cifras diferentes. Incluso, denunciaban que en algunos lugares en particular Milei aparecía con 0 votos, algo casi imposible de que suceda.

La denuncia más conocida la hizo el periodista Luis Gasulla, quien dijo haber hecho una supuesta investigación en donde LLA aparecía sin sufragio en 1700 mesas.

Sin embargo, desde la Dirección Nacional Electoral (DINE) y especialistas especializados consultados por El Cronista afirmaron que estos son errores comunes ocurridos en la digitación manual de esos telegramas, algo que le puede pasar a cualquier partido.

Incluso, la consultora CELAG realizó un barrido de las más de 104.000 mesas de todo el país y contabilizó que en el recuento provisorio hubo:

1669 mesas con 0 votos para Milei,
1652 mesas con 0 votos para Massa
y 1675 mesas con 0 votos para Bullrich

“No es algo privativo de una fuerza política, sino que es algo que le ocurre (y ha ocurrido) a otros espacios políticos”, indicó en un informe el Centro de Investigación para la Calidad Democrática (CICAD). Según explican, esto se puede dar por múltiples causas: errores en la carga, fallas en la transmisión o errores humanos, las cuales pueden ser enmendadas en el escrutinio definitivo.

Un ejemplo para clarificar esto: Alejandro Fantino alegó fraude porque el telegrama de una mesa en Maipú, Mendoza marcaba que Milei tuvo 121 votos y el sitio del escrutinio provisorio arrojaba 21 votos. El conductor lo hizo sin esperar la rectificación del escrutinio definitivo, que notificó que el líder libertario había tenido efectivamente 121 votos.

Este caso ilustra un ejemplo de todos los errores en la carga que puede haber y como se corrigen en el escrutinio definitivo, con un control partidario seguro y la única con validez legal.

“Están cantando fraude en base a una información que todavía no está verificada y por un error que afecta a todos más o menos por igual”, puntualiza el máster en Derecho Electoral y miembro de la Red Mundial de Justicia Electoral, Alejandro Tullio, quien hace énfasis en que “el escrutinio definitivo se hace sin empresas de por medio, lo hacen funcionarios judiciales con presencia de los fiscales de los partidos, los apoderados y fiscales”.

“A nivel integral entonces podemos decir que en las diferentes etapas y los diferentes estamentos que pasan con responsabilidad sobre los procedimientos electorales, hay una transparencia por la cual no se debería ni siquiera inferir alguna especie de fraude”, indicó.

Todavía no es mensurable el impacto que generó esto en la opinión pública, dado que las desinformaciones se propagan con mayor facilidad y eficacia que sus refutaciones.

El profesor de Ciencia Política de la Universidad de Maryland, Ernesto Calvo, se pronunció en redes desmintiendo versiones de fraude en la carga de datos del escrutinio provisorio. “Estos posteos no están destinados a demostrar que existe manipulación, sino a centrar dudas sobre la elección”, afirmó en diálogo con El Cronista.

“La acusación de fraude tiene dos formas evidentes de sistematización. Una es el sembrar las dudas sobre el sistema electoral, que es legítimo, y la otra es evitar que, si el opositor gana, que tenga todo el peso del apoyo popular”, marca, y explica que “si el ganador es la persona propia, entonces se usa solo como una forma de ataque al oponente; si el que gana es el oponente, es una forma de desestabilización que es muy peligrosa para el gobierno democrático”, explica.

Las tensiones que emergen en este escenario electoral, con un resultado que se presagia cerrado, es el alto nivel de polarización, el cual genera el peligro de que los perdedores de los comicios no acepten la derrota, tal y como sucedió en 2020 en Estados Unidos y en 2022 en Brasil.

Las acusaciones de fraude en las elecciones presidenciales se consolidan como comportamientos cíclicos cada cuatro años. Según las tendencias de búsqueda de Google, este año no fue la excepción, y todavía hay un margen para que siga en crecimiento. Si la respuesta fue así cuando la ventaja entre Sergio Massa y el candidato libertario fue importante; es esperable que la tensión aumente para el día mismo de los comicios, en los que históricamente hubo diferencias acotadas entre los candidatos.

Las opiniones que se dan desde La Libertad Avanza son muchas. Por un lado, el encargado de la campaña digital de Milei, Fernando Cerimedo, abona al hecho de que no es posible alegar fraude por las inconsistencias del escrutinio provisorio. En cambio, remarca que “el fraude o las irregularidades principalmente ocurre en las mesas, en los aprietes a fiscales, en el robo de boletas”. Es decir, no se debe al funcionamiento en sí del sistema electoral, sino por la falta de aparato de fiscalización.

Así, dicho a El Cronista por diferentes fuentes partidarias, la principal tarea está siendo coordinar a los fiscales para el día de la votación. Dado que ese es el factor que creen que puede ser determinante para el mismo día de los comicios. “Un fiscal por mesa y los sacamos”, dijo el mismo Cerimedo por X.

El principal vocero del espacio, el eventual ministro del Interior, Guillermo Francos, abogó por la teoría de supuestos microfraudes, aunque reconoció que no tiene las pruebas concretas para demostrarlo. “Nosotros creemos que hubo trampas electorales. No tengo dudas que muchas mesas donde no tenemos fiscales se tergiversó la votación de la gente”, afirmó días atrás en diálogo con Radio Con Vos.

Desde la misma DINE le informaron a este medio que “no se presentaron ni denuncias de fraude ni de irregularidades”. “Las denuncias informales no sirven, tienen que ser ante la justicia, los problemas que hay están dentro de los parámetros estadísticos”, completaron.

Fuente: El Cronista

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