jueves, 17 de abril de 2025

Luego del pico de inflación de marzo, del 7,7%, el Gobierno se prepara ahora para negociar con las empresas alimenticias un “ajuste” en los Precios Justos, de manera de garantizar el abastecimiento de productos.

Lejos del “3, algo” que soñó Sergio Massa a fines de 2022, cuando la inflación empezaba a desacelerar, el rebote y aceleración de los precios obligan a planificar en los despachos oficiales una nominalidad en torno al 5% mensual, con la devaluación del peso frente al dólar oficial en ese mismo número.

En el equipo económico marcaron que la suba del precio de las frutas, las verduras, la carne vacuna, el pollo y los huevos sumaron en su conjunto alrededor de un 2,1% a la inflación del mes.

La sequía, la ola de calor y la gripe aviar fueron las razones del repunte del índice de precios, subrayaron. Y como el IPC Núcleo fue de 7,2%, en la Secretaría de Política Económica, que conduce Gabriel Rubinstein, restaron el impacto de la carne, sin lo cual la “tendencia” era de un 6,5% en marzo.

Como varios de estos factores no estarán presentes en abril, en el Gobierno esperan un descenso “de magnitud” en la inflación de este mes.

Una pista de la etapa que se viene desde ahora hasta las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 13 de agosto es la negociación que hicieron las secretarías de Comercio y de Energía con las petroleras.

Devaluación del peso contra el dólar en 5%
Allí, el Gobierno se aseguró un aumento de los combustibles (nafta y gasoil) del 4% mensual por cuatro meses y prometió una revisión si la devaluación superaba el 5%. El tipo de cambio oficial, para las empresas que tienen acceso al Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) es esencial en los costos de todas las cadenas.

La próxima semana, Comercio habilitaría otra ronda de aumentos en los alimentos que quedaron con precios muy atrasados en el programa Precios Justos, que permite una suba de hasta 3,2% mensual mientras el resto de las variables, como la inflación promedio, la devaluación y la tasa de interés corren entre el 6% y el 7%.

“Nos dieron una ventana para la semana que viene de recuperar márgenes en algunos productos que quedaron muy retrasados. Los proveedores de insumos están pasando aumentos de entre el 12% hasta el 40%. A medida que nos autorizan importaciones a nosotros o a los proveedores vamos produciendo, pero está muy complejo”, comentó una fuente de la industria, en off the record ante la consulta de El Cronista.

La cartera que conduce Matías Tombolini llevará adelante también la negociación con unas 5000 empresas exportadoras si quieren participar del “dólar agro”, el tipo de cambio diferencial a $ 300 que por la magnitud de productos de las economías regionales que alcanzaría (representan un 40% del Índice de Precios al Consumidor -IPC- del Indec), podría detonar el índice de inflación si no se lo ata a un acuerdo de precios.

Apuestas y pronósticos
La inflación argentina es un evento tan extraordinario a nivel mundial que incluso empresas de apuestas deportivas como BPlay generaron un especial para jugar con el índice de precios. El 6,9% o 7% mensual pagaba $ 1,65; el 7,7%, $ 10 por apuesta. Un gran retorno.

En la última revisión del Fondo Monetario Internacional (FMI) del programa con la Argentina, surge del reporte técnico que la desinflación se podría notar en el segundo semestre, donde los índices de precios descenderían desde un 6% hasta un 4% en un principio, para llegar al 3% mensual hacia fin de año.

Por lo pronto, la eliminación de los subsidios energéticos a los hogares de altos ingresos generará un aumento de las tarifas eléctricas de entre 85% y 90% en mayo.

La luz tiene un peso alto sobre el IPC, por lo que será complicado para el Gobierno mantener a raya la inflación al menos hasta junio.

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