El Registro Civil da estas cifras para 1942: nacimientos, 192; matrimonios, 62; defunciones, 113. La población se regocija con las vidas nuevas, como se alegra de ver aterrizar, en enero de 1943 el trimotor “Juker 52”, con capacidad para 17 pasajeros, que reemplaza a los viejos “Laté” y hace la línea Gral. Pacheco – Río Gallegos.
Una Asamblea Extraordinaria de la Sociedad Rural – fundada en Gaiman en 1936 – resuelve trasladar a Trelew la sede de la entidad (1943), nuevo signo de gravitación zonal.
Se encienden nuevos focos de alumbrado en la plaza, se inaugura la sucursal del Banco Hipotecario Nacional (1944) cuando otro desbordamiento del río deja bajo agua el acceso sur.
Mientras egresan del Aero-Club los primeros 8 pilotos patagónicos, no faltan vecinos que observan el otro rostro de la población. Las escuelas que funcionan todavía en locales inadecuados, la necesidad de mejorar las condiciones generales de vida, para lo cual se vuelve a pensar en una liberación de impuestos aduaneros.
Es el año 1945. Y Trelew celebra embanderado el fin de la guerra. Un par de meses más tarde –en julio- se habilita la estación de radio-conversación y por vez primera el pueblo queda unido a la red telefónica nacional.
Los afanes de renovación no cesan. Alguien siente inadecuado que el frente del edificio municipal muestre la sinceridad de sus ladrillos. Y, como símbolo del cambio, se lo revoca. Cal y arena borraron una cálida imagen. El padrón indica 1504 electores de los cuales 1039 son argentinos y 465 extranjeros.
Al año siguiente, 1946, la Biblioteca “Agustín Álvarez” ocupa su nuevo local y el Aero-Club resuelve la compra de un avión sanitario. Los periódicos refieren que los trenes de recreo, a Playa Unión, ven colmada su capacidad y no alcanzan a satisfacer los requerimientos de los pasajeros.