Trelew paralizado, las primeras piqueteras.
La detención de tantos empleados y obreros, algunos de los cuales eran comerciantes, afectó a la casi totalidad de negocios del pueblo, los que por algunos días (hasta poder organizarse) debieron permanecer cerrados. Se dijo que la Compañía Mercantil del Chubut había tenido que lamentar la ausencia de 21 de sus empleados… en una u otra forma, todo el comercio local sufrió las consecuencias de este procedimiento abusivo por parte del señor Federici.
Por su parte, el Centro de Empleados de Comercio organizó una gran huelga que dejó prácticamente paralizada la vida de la población por cerca de 15 días. En el transcurso, el 26 de diciembre se paralizó la salida de los trenes y para ello, más de 50 mujeres, todas ellas separadas violentamente de sus esposos, padre o hijos que estaban detenidos, se sentaron sobre las vías impidiendo así la salida de la locomotora. De nada sirvió el comportamiento caballeresco del Comisario M. Pesado, ni la súplica de la gran cantidad de vecinos que hacían calmar los ánimos. Este paro general se resolvió levantarlo para el 2 de enero, ya que con él, no se conseguía la libertad de los detenidos, los que continuaron encarcelados hasta fines de enero. Reforzando esta demostración de fuerza, el personal ferroviario en Puerto Madryn, también se plegó a la huelga, solidarizándose con los de Trelew; en esos días dos o tres barcos que llegaron a Puerto Madryn no pudieron descargar sus mercaderías y por varios días, no transitaron los trenes entre Trelew y Puerto Rawson.
Algunos de los detenidos eran personas de familias humildes y en sus hogares se padecieron necesidades pero en todos estos casos la población prestó su ayuda, contribuyendo con víveres o lo que hiciera falta, en un gesto de solidaridad humana que los honraba. Por su parte, el Honorable Concejo Municipal, en una de sus sesiones, autorizó a su presidente y al concejal señor Jorge Davignone para dar auxilio por cuenta de la Municipalidad a las familias de los detenidos en casos de absoluta necesidad.
Posteriormente se informó que habían sido socorridas dos familias, siendo los comprobantes de los gastos aprobados por unanimidad. Había también entre ellos empleados y obreros de todas las edades, siendo el de mayor edad, el señor Benjamín Lewis quien cumplía sus 61 años en los días de su detención. Los días de visitas se fijaron los domingos y feriados de 13.00 a 16.00 horas y como es de imaginarse, el domingo 21 de diciembre en el citado horario, se dijo que la mitad de Trelew se había traslado a Rawson para ver a sus parientes, amigos o compañeros de tareas. Recuerdo que salvo muy raras excepciones el ambiente que reinaba en la cárcel era de sana alegría, demostrando cada uno de los detenidos sus habilidades como artistas, recitador o cantor, habiéndose además algunos coros cuyos cantos entonaban en cualquier momento.
De esta manera acortaban las largas horas de su encierro y hacían más llevadera la penosa situación en que se encontraban. Comida, tortas y tabaco no les faltó en ningún momento pues todo el mundo que los visitaba se encargaba de llevárselos. Este clima de fiesta es, si se quiere lógico, pues debemos tener en cuenta pues estuvieron detenidos para Navidad, Año Nuevo y Reyes pero la concurrencia que los visitaba no disminuía en ninguno de los días que se los permitía visitarlos, siendo para aquellos años, impresionante la caravana de vehículos que se trasladaban hasta Rawson, habiendo quienes realizaban 2 y 3 viajes en el día, iniciando el primero a las 11.00, con el fin de completar el tercero para las 13.00 horas en que se abrían las puertas para las visitas.
Párrafos de Matthew Henry Jones