martes, 15 de octubre de 2024

¿Y si pudiéramos llegar a los 100 años con el uso pleno de nuestras facultades?, ¿quién no querría una vejez semejante? De ahí que destaque un selecto grupo de población, los llamados superancianos o `superagers´, que tienen unos cerebros diferentes a los de otras personas de su edad, lo que a su vez permite abordar la tan ansiada longevidad. En suma, hablamos de la idea del envejecimiento unido al de la calidad de vida, porque la gente quiere vivir mucho, y vivir bien. Este grupo de superancianos tiene en común que conserva una memoria privilegiada propia de alguien de veinte o treinta años. Y son capaces de mantenerse fuertes y mentalmente saludables hasta llegar a ser centenarios. Mientras, en torno al 40% de las personas mayores de 65 años tienen problemas de memoria asociados con la edad.

Teresa Moreno, coordinadora del Grupo de Estudio de Neurogeriatría de la Sociedad Española de Neurología, señala a ABC que «los superancianos no sufren la degeneración normal del cerebro que se da con la edad y no padecerán alzhéimer». Hoy se debate si se puede considerar la ancianidad una enfermedad o no, geriatras y neurólogos tienen opiniones encontradas. Y en el caso de los superancianos, inmediatamente surge una batería de preguntas: ¿Por qué se da este fenómeno y qué les permite escapar de los estragos del tiempo?, ¿tiene que ver con su estilo de vida o su genética o se trata de una combinación de ambos? ¿Y qué podemos aprender de ellos para envejecer mejor?

Moreno establece que «entre las causas, probablemente lo más importante, como casi todo en el mundo, es la genética». Asimismo, un estudio de la Universidad de Northwestern, publicado en la revista ‘The Journal of Neuroscience’, atribuye a esta población de superancianos el tener meganeuronas. A través de necropsias se ha observado que las neuronas responsables de la memoria en los ‘superagers’, situadas en la corteza entorrinal, son de mayor tamaño que las de personas de treinta. Y llegaron a la conclusión de que las tienen desde su nacimiento, lo que supone una ventaja genética.

Además esas neuronas están a salvo de la formación de ovillos de proteína tau. Moreno explica que «esto significa que en casi todas las enfermedades neurodegenerativas hay unas proteínas que de repente se comportan de manera anómala y matan la neurona. Los ‘superagers’ no crean esas proteínas, sus neuronas son inmunes a la proteína tau anómala». De ahí, que el estudio del cerebro de estas personas sea increíblemente atractivo para investigadores y empresas porque permiten entender qué mantiene la agudeza cerebral y son una munición perfecta para combatir enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer.

Y como apunta el neurólogo Facundo Manes en su libro ‘Cerebros del futuro’ «sabemos que cada tres segundos se le diagnostica a una persona esta enfermedad que hoy afecta a una de cada ocho personas mayores de 65 años. Y el número de enfermos de alzhéimer se duplica cada veinte años. El coste de su tratamiento y cuidado supone el 1% del PIB mundial». «No puedo pensar en ninguna otra enfermedad que sea un desafío mayor para las familias, las sociedades y las economías del mundo», declaraba Margaret Chan exdirectora de la OMS. Esto es de una importancia clave, ya que en España los mayores de 65 años superan por vez primera el 20% de la población, según el INE.

En los estudios de ‘superagers’, algunos aseguran haber hecho ejercicio toda su vida, mientras que otros no. Pero como indica María Isabel Behrens, neuróloga del Hospital Clínico Universidad de Chile que está estudiando de cerca a los superancianos, «sobresale que muchos de ellos mantienen relaciones sociales sólidas con las personas de su entorno, son proactivos, con alta adaptabilidad y resilientes».

Perdasdefogu, localidad récord
De hecho, podemos encontrar ejemplos de superancianos que llegan a los cien años en lo que Dan Buettner llamó ‘zonas azules’ en su libro ‘El secreto de las zonas azules: come y vive como la gente más saludable del planeta’. Destacan la isla de Okinawa en Japón, la Península Nicoya en Costa Rica, la isla de Ikaria en Grecia o Loma Linda en California. Lo curioso es que cuando los más jóvenes emigraban a otras zonas su esperanza de vida se reducía.

Placa que conmemora el récord de Perdasdefogu, el pueblo que tiene más centenarios del planeta

En este sentido sobresale el pueblo italiano de Perdasdefogu (‘Piedras de fuego’ en español). Esta localidad con 1.700 habitantes ostenta el título del pueblo con mayor concentración de centenarios del mundo, tal como recuerda un cartel grabado en piedra a su entrada. Y entre ellos se dan casos de superagers.

De hecho, posee un doble récord porque tiene a la familia Melis, la más longeva del planeta: sus hermanos suman 828 años. De ahí que haya sido foco de atracción de empresas y genetistas deseosos de encontrar el secreto de sus habitantes. Es un pueblo aislado en lo profundo de las montañas de Cerdeña. ‘The Wall Street Journal’ o ‘The New York Times’ destacan el pan con patata de la zona con una masa fermentada como una posible razón de sus ancianos más longevos y lúcidos.

La receta de la longevidad, The New York Times la llamó la minestrone de la longevidad hecha con productos de la huerta

Para Mameli, más que la genética, la clave de los superancianos es que en Perdasdefogu «hay sobre todo cohesión social, aquí vives en la casa donde naciste con tus hijos, nietos, con los aldeanos que están cerca de ti. Nunca estás solo».

A los empresarios de Silicon Valley no les ha pasado por alto la existencia de este privilegiado grupo de personas. Un nombre a destacar es Altos Labs, con una cantera de biotecnólogos, neurólogos y genetistas españoles entre su personal, y que tiene como inversores a Jeff Bezos y a Yuri Milner, que invirtió en Airbnb, SpaceX o Alibaba cuando estaban en sus inicios. Altos Labs cuenta con una cantera española entre su personal, como es el caso de Juan Carlos Izpisúa o Manuel Serrano. Otras compañías hablan de edición genética, reprogramación celular, medicina regenerativa o la criónica para intentar encontrar cómo retrasar el reloj biológico.

Juan José Güemes, presidente del Centro de Emprendimiento e Innovación y vicepresidente Económico de IE University, confirma el proceso emergente de estas empresas centradas en la lucha contra el envejecimiento. «Destaca que en capital riesgo en los últimos diez años se han hecho 119 inversiones con una inversión acumulada de 2.600 millones de dólares. Y en lo que va de año se alcanzaron 300 millones de dólares».

Antonio Brundu de 104 años, el más anciano del pueblo

Indica que «los países con más renta per cápita ven esta cuestión no como un problema del futuro, sino del presente y el mercado es gigantesco». Otro grupo interesante de población es la tribu de los Hunza en Pakistán, no enferma, vive hasta pasado los 100 y los que tienen 40 años tienen el aspecto de un veinteañero. Pero más allá de esto, la doctora Moreno recalca que al final «no sabemos si vamos a ser ‘superagers’ o no, pero está claro que cuanto más te cuidas mejor salud cognitiva tendrás en el futuro».

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