En un recuadro de tapa de la edición del 6 de julio, La Opinión, con el título “extorsión en el mostrador”, reflejó irónicamente los límites de la demanda en un dialogo del Barrio Norte.
-Dos pollos, Don Pedro.
-Dos no puedo, uno.
-Dos pollos, y esa caja de vino Valmont.
-Así si. Que mas va a llevar?
-Dos rollos de papel higiénico.
-Después del paro….
-Dos rollos de papel higiénico y una lata de bacalao noruego.
-Como no
La gran mayoría de la población vivía al día, a los saldos, y para reflejarlo, el periodismo salió a la calle bajo la batuta de Alfredo Serra, reflejando diálogos, anécdotas, color:
Tomás Arizio, 57 años, casado, hijo de un metalúrgico: “la incertidumbre. Eso es lo peor. En qué país vivimos ahora?. Nadie lo sabe. Cuanto vamos a ganar?. Nadie lo sabe. Ayer nos prometieron un adelanto. No me interesan las limosnas. Quiero mi sueldo, aunque sea modesto. Trabajo desde las 8 de la mañana a las 12 de la noche. Y ya ve, a penas si puedo comprar pan, leche y un poco de maíz para hacer locro”.
Gloria Gonzalez: “Que si quiero wisky? Usted está mal de la cabeza. Pan, leche, fideos, arroz y gracias. Quien paga 14.000 pesos por una botella de wisky? No se olvide que yo trabajo en el gremio más castigado… trabajo en la escuela oficial y en la privada, y entre los dos no llego a ganar 500.000 pesos. Me deben plata desde marzo”.
Francisco Bilbao, 84 años, jubilado: “un kilo de pan y dos botellas de leche. No, nada más. Que quiere que compre? Mi último sueldo como jubilado fue de 130.000 pesos. Menos mal que vivo con mi hija…. Estoy en el país desde el año 12, nunca viví una situación igual”.
Delia tiene algo más de 50 años: “los otros días anduve por Pasteur y Lavalle buscando una tela para un vestido… dos metros y cuarto me salieron 40.000 pesos, y eso que es una lanita bastante ordinaria…. Hace tres meses cuando se casó mi hijo mayor, la misma cantidad de genero me costó 9.000 pesos y era mucho mejor, tipo gabardina. Como me encantan las liquidaciones, aproveche que estaba por el Once para dar una vuelta por los negocios… “.
Amalia es profesora de castellano: “cuando nos juntamos en una casa con las amistades nos sale unos 3.000 pesos por cabeza. Si uno ya no puede verse con nadie. Hace dos meses que no puedo comprarme un par de zapatos… los otros días fui a comprar un lápiz de labios… hace tres meses lo pague 2.900 pesos ahora me salió 9.000”.
-tiene mamadera.
-sí, señora
-cuánto cuestan?
-4000 pesos
-la semana pasada pague la mitad, pero que le vamos a hacer, démela igual la necesito.
Dialogan en la línea 7 dos amigos, Carlos Raúl Del Cerro y Jorge Svagel: “Mira flaco, esto no da para más. Nosotros trabajamos más de 10 horas por día y no hay plata que alcance. Nos prometieron un aumento pero todavía no lo vimos y vaya a saber cuándo veremos un peso… vas a un almacén y te cobran lo que quieren, si es que hay de eso que vas a comprar; vas a un taller mecánico y te asaltan, vas a un restaurante y te tenés que quedar a lavar los platos… a mí que me importan los planes económicos, ni el precio del dólar, a mi me preocupa que por mi trabajo me paguen lo suficiente para vivir decorosamente, y eso está cada vez más lejos…”
Suipacha y Sarmiento. El ocupante le pide fuego al conductor del taxi. “Así que no hay fósforos? En córdoba hay, lo que no hay es papel higiénico. Esta triste Buenos Aires, eh?
Fragmento del libro “Nadie Fue”, de Juan Bautista Yofre