sábado, 18 de enero de 2025

A 1912 corresponde un plano vinculado con la instalación de las aguas corrientes. La planta urbana ha incorporado la denominada “loma” y la población, estimada en 2895 habitantes, se expande en la edificación existente en 25 manzanas. Los Ediles compran instrumentos para una banda de música y dan nombres a las calles de un ejido del que todavía no han logrado desalojar los cerdos.

Otros periódicos entran en circulación: “Patagonia” dirigido por Francisco Pecoraro (1912); “Y Gwerinwr” (El Demócrata), en idioma galés, bajo la dirección de Rhys Jones (1914). Ambos conocen una existencia efímera.

También surgen nuevas instituciones. Con fines sociales y deportivos se funda el Círculo Católico de Obreros (1912) e inicia sus clases en idioma inglés el Colegio “San David” (1913), que en diversos edificios funcionará hasta 1950.

En casa de María Humphreys de Davies –primera criatura blanca nacida en Chubut- un grupo de vecinos se reúnen para iniciar las lentas gestiones para contar con un hospital (1914). Contemporáneamente, las crónicas hablan del gran incendio ocurrido en los galpones del ferrocarril y de la iniciación de las actividades del Trelew Athletic Club, dedicado a la práctica de futbol.

Cincuentenario de la Colonización del Chubut

La Sociedad San David de Trelew, fundada en 1891, quiso celebrar el cincuentenario del arribo de los primeros colonos galeses a Chubut con la dedicación de un Salón Conmemorativo, ubicado en la esquina de las calles San Martín y Belgrano. Los periódicos conservan una minuciosa redacción de los festejos.

Los distintos distritos del valle hicieron su celebración local el día 27 a fin de permitir la concurrencia de todos a Trelew el 28 de julio de 1915. La comisión organizadora había contratado un tren especial que corriera desde Gaiman. El pueblo embanderado estaba transido de emoción. Una caravana de automóviles condujo hasta Rawson a los colonos sobre vivientes del 1865, donde fueron recibidos triunfalmente por las autoridades capitalinas, sacándose en la plaza una fotografía del conjunto. De regreso a Trelew, y servido, según la costumbre tradicional, un té familiar, se procedió a la inauguración del edificio. Completaron los festejos: un desfile colectivo con la banda de música a la cabeza; fuegos artificiales; un encuentro de futbol Gaiman-Trelew, la proyección de 3 películas cuyos nombres quedaron escritos: “La conversión de un avaro”, “Influencia de la conciencia en la vida” y “El ángel Caído”. Además, de distintos lugares del territorio y del país, llegaron cálidas adhesiones. Trelew, en nombre de todos, celebraba un acontecimiento que ya no era meramente regional sino una noble página de la historia Argentina.

Otros hechos jalonaron el año. Todas las noches el pueblo se iluminaba con los faroles de carburo encendidos en lo alto de delgadas columnas. Pero la luz eléctrica seduce desde tantas ciudades que se resuelve contratar la construcción de una usina con la firma del Ing. Richelet. No faltaron en tanto algunas noches oscuras cuando se agotó la provisión de carburo y los vapores no trajeron nuevas cargas.

La Sociedad Italiana, por su parte, inauguró su salón social, bautizándolo con el apellido del compositor Verdi. Una activa comisión, presidida por Francisco Pecoraro, había trabajado durante un lustro para concretar la obra, que fue puesta al servicio de toda la población.

Cuando la Municipalidad publica su Ordenanza de tráfico para radio urbano, “El Avisador Comercial” comenta: hay que tener en cuenta los peligros a que están expuestos los vecinos en la actualidad con el gran número de automóviles que existen en el pueblo” (Edición del 6 de febrero de 1915). Sin embargo, la denominada “laguna” preocupa socialmente al verse convertida en un “paradero de carros”.

El 11 de noviembre de 1915 llegó a Trelew el primer avión. El mal tiempo –refieren algunos- de una primavera ventosa le impidió demostrar su proeza en el cielo patagónico.

Textos tomados del libro: Trelew Biografia de Una Ciudad – Virgilio Zampini

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