miércoles, 5 de febrero de 2025
Camaruco en arroyo Shaman, 1902. Foto Telmo Braga

“Nos encontramos aquí con una cuadrilla de indios encabezados por el cacique Juan Sacamata, que estaba regresando a sus toldos situados en el valle del río Jénua (arroyo Genoa) después de sus usuales campañas de caza en la región vecina. Tomamos el inevitable mate con ellos y les dimos algunos paquetes de tabaco en cambio de carne fresca de avestruz y guanaco que llevaban en abundancia. Todos los indios estaban bien montados, presentando un aspecto fantástico y salvaje en sus vestidos de quillangos pintados. En el trato con nosotros comprobaron mucha compostura y amabilidad, sobre todo cuando el cacique a quien habíamos explicado que veníamos de Chile atravesando la cordillera, había dirigido a sus mocetones una larga alocución en araucano, en la cual trataba de hacerles entender el destino de nuestro viaje” (Steffen, 1910)

El alemán Juan Plate, fundador de las estancias Nueva Lubecka y La Emma, cuyos territorios en conjunto abarcaban parte de los cursos de los arroyos Shaman, Apeleg y Genoa, sitios donde residía Sacamata, da cuenta de un encuentro que mantuvo en diciembre 1900 con el cacique:

“El cacique Sacamata o Sharmete viene a verme por la mañana para saludarme y pedir permiso para seguir quedándose en mi campo, lo cual le autorizo gustoso a condición de que no queme los árboles. Me muestra papeles de 1881, de Luis Jones, del Chubut, según los cuales había recibido una bandera nacional como muestra de lealtad. Recordó también a todos los viajeros que habían pasado por allí, incluyendo a Musters (el explorador inglés). El cacique es el tío de Casehull y de Gregorio (el primero fue el guía del explorador italiano Francisco Pietrobelli). […] Sacamata, de unos 50 años, dan la impresión de ser personas buenas y honradas. Sacamata puntualizó que estos días había hallado veintiún vacas de la estancia Dobrock, que se habían perdido y que los pumas mataban. Sacamata pregunta cuántos reyes hay en Europa y si en Chile hay rey. Dice que el general Roca (comandante de la Campaña del Desierto y dos veces presidente de la Argentina) es muy bueno porque ordenó que los boliches vendieran la mercadería más barata.” (Hardt, 1992)

Al igual, tres años antes, Eberbach, empleado de Juan Plate, encontró en el arroyo Genoa a la tribu, que andaba boleando (cazando avestruces y guanacos con boleadoras):

“… llegamos al cauce seco del Genua donde cerca de unos toldos desensillamos. Los indios andan boleando en el campo de nosotros, hemos encontrado dos de ellos. Están como 30 indios juntos haciendo cercos para agarrar avestruces, guanacos y zorros. Según las mujeres van a andar como 20 días comiendo en los valles del Apelé, Schauman y Senguer […] Vamos a unos toldos del paisano Delache con yerba, y tomamos mate. Nos convidan con un asado de guanaco. Los toldos están hechos de cueros de guanaco cocidos con venas del mismo guanaco. El armazón está hecho con unas barras de ñires; de un lado tenés fondo más largo. Se entra por una puerta de cueros. Son bastante lindas contra el frio y el viento y dan abrigo a una familia grande. El humo sale por una endija del techo” (Hardt, 1992)

Otto Sartori, administrador de las estancias Nueva Lubecka y La Emma entre 1898 y 1908 asistía a los camarucos que celebraban en conjunto las tribus de Sacamata y Salpú. Para la celebración, los tehuelches solían plantar los toldos junto a edificaciones de la administración de la estancia Nueva Lubecka. Sartori tomó numerosas fotos de los eventos.

En 1903, el sacerdote salesiano Lino Carbajal arribó a la toldería de Sacamata, establecida en inmediaciones del arroyo Shaman:

En 1906, cuando contaba con 75 años, Juan Sacamata se estableció en el paraje Payagniyeo (vecino al actual pueblo de Alto Río Senguer, Chubut). Mediante una Resolución Ministerial del 28 de agosto de 1906, el Gobierno argentino le concedió a él y su tribu, 10.000 hectáreas (4 leguas) al norte de los lagos Colhué Huapi y Musters, en la mitad norte del lote 29. Sin embargo, Sacamata nunca ocupó el lote concedido”.

Libro “La colonización del oeste de la Patagonia central”, de Alejandro Aguado.

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