sábado, 14 de septiembre de 2024

Crimea, península que acoge la base de la Flota del Mar Negro rusa y que Moscú se anexionó en 2014, parecía fuera del alcance de los misiles ucranianos. Sin embargo, en lo que va de mes ha sido atacada ya tres veces. La última, esta misma mañana. Según reportan diversos canales de Telegram y medios de comunicación rusos y ucranianos, el objetivo de los disparos ha sido un arsenal de munición del Ejército ruso en la localidad de Maískoye, situado a 20 kilómetros de Dzhankoe, en la parte norte de Crimea.

Según las imágenes publicadas en las redes sociales por testigos presenciales, el ataque ha provocado una reacción en cadena y las explosiones continúan todavía. Además, en un incidente diferente y según la agencia rusa RIA-Nóvosti, un transformador en Dzhankoe se incendió inmediatamente después de que los cohetes golpearan el arsenal de armamentos en Maískoye, cuya población está siendo evacuada. No se han facilitado aún cifras de víctimas aunque se habla de al menos dos heridos.

El cabecilla prorruso de Crimea, Serguéi Aksiónov, se encuentra ya sobre el terreno para inspeccionar la extinción del enorme incendio que se ha declarado y dirigir el operativo de evacuación de los civiles. Uno de los líderes de los tártaros de Crimea, Rafat Chubárov, sostiene que lo sucedido fue un «golpe preciso contra una unidad militar rusa en el pueblo Qalay», pequeño poblado rebautizada por los rusos con el nombre de Azóvskoye y enclavado, según Chubárov, a un kilómetro de Maískoye.

El 9 de agosto, se produjeron una serie de explosiones en el aeródromo de Saki, adscrito a la Flota del Mar Negro y situado junto al pueblo de Novofiódorovka. Las tropas ucranianas no confirmaron ni desmintieron la autoría del bombardeo mientras que el Ministerio de Defensa ruso aseguró que un accidente provocó las detonaciones y hubo un muerto y 14 heridos.

Pero la base aérea y muchos de sus edificios quedaron casi totalmente destruidos. Por lo menos 17 aviones de combate rusos, uno de transporte y seis helicópteros quedaron reducidos a chatarra.

La primera incursión contra objetivos en Crimea tuvo lugar el pasado 31 de julio, cuando Rusia celebró del día de su Marina de guerra en San Petersburgo con la presencia del presidente Vladímir Putin. Un dron logró impactar sin ser derribado el cuartel principal de la Flota del Mar Negro. Según las agencias rusas, seis militares resultaron heridos. Kiev, sin embargo, aseguró no tener nada que ver con el ataque.

Los veraneantes rusos se van
Personas del entorno del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, sugieren que pronto las fuerzas armadas del país estarán en condiciones de llevar a cabo ataques masivos contra los navíos de la Armada rusa en Crimea y contra el puente que une la península con la parte continental de Rusia a través del estrecho de Kerch. Según las imágenes difundidas en las redes sociales, que muestran enormes atascos en al puente de Kerch, los veraneantes rusos se apresuran a abandonar Crimea ante la posibilidad de que los bombardeos se hagan más frecuentes.

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