viernes, 7 de febrero de 2025

A Mariano Arcioni no le gustó que el intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, revelase que el gobernador quiere candidatearse a Diputado Nacional en las elecciones del año que viene.

Suelto de cuerpo, como acostumbra, Arcioni cruzó a Luque: “Que trabaje en lugar de opinar sobre lo que yo puedo ser o no”. Y agregó que se sorprendió por las declaraciones del intendente. “Todavía no sé si él va a ser candidato, no lo anunció así que no sé por qué está tan preocupado por el adelantamiento de las elecciones, que trabaje y que se mueva en la Provincia y arme, en lugar de estar opinando sobre mi posible candidatura”.

“Que sea candidato o precandidato, pero primero tiene que decir si va a ser o no, porque al menos yo no lo escuche”, sentenció.

Estas declaraciones de un aliado juramentado como Mariano Arcioni fueron motivo de reuniones del Intendente Luque con su entorno en donde las palabras del mandatario provincial cayeron mal, reinando el malestar y la desaprobación.

Tienen claro que Luque expresó en público lo que Arcioni les había planteado en privado, su interés en ser Diputado Nacional de mínima y, en el caso de que el peronismo nacional triunfe en 2023, bajo la influencia de su Amigo Sergio Masa, acceder a otro cargo expectante, incluida la posibilidad de una Embajada.

Es extraño que siendo dirigentes comodorenses los conductores municipales de la Ciudad más importante y rica de la provincia no conozcan el verdadero valor de las palabras del comodorense Arcioni, al que conocen de toda la vida. Como dice el tango “hoy un juramento mañana una traición….”.

Luque, un hombre con grandes posibilidades de lograr un proyecto importante dentro del peronismo provincial, debería tomar como referencia lo que le sucedió a Federico Massoni, un hombre de reconocida fuerza política, cuando decidió participar en las elecciones senatoriales,  bajo el manto protector del Gobernador, entró cuarto cómodo….

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