Cristian Ayala justificó su autodesignación como Gerente General de Instituto de Seguridad Social y Seguros afirmando siempre tuvo una conducta acorde a un buen ciudadano y reúne todos los requisitos para el cargo. Además aseguró que no tiene problemas en someterse a un concurso para validar sus capacidades.
En mayo de este año, a través de la resolución 806, las autoridades del ISSyS modificaron los requisitos la Gerencia General del instituto, lo que hasta hoy es un cargo político fue transformado en uno de planta permanente, y lo designaron en el puesto. Según lo que dice el acta, Ayala asumirá el cargo cuando finalice su gestión en el ejecutivo y “no podrá ser removido mientras dure su buena conducta”.
El actual Ministro de Gobierno y Justicia explicó que su designación coincide con un supuesto pedido de un líder gremial, quien solicitó que se modifique el estatuto para que el Gerente General sea una persona de planta permanente.
“En Seros hay una nota presentada por escrito por el secretario general del sindicato en la cual solicitaba la modificación del estatuto, y entre los puntos que solicitaba era que el gerente sea una persona de planta permanente, y yo coincido en que el gerente general tiene que ser una persona de planta, tiene que tener antigüedad porque es un tema muy específico, tiene que tener un conocimiento del derecho previsional, de lo que es la obra social y los otros rubros que componen”.
Si bien Ayala es empleado de planta permanente de YSSyS (ingresó de forma muy polémica), hace más de 4 años que no asiste un solo día a su puesto de trabajo por estar cumpliendo funciones en cargos políticos.
“Desde el año 2012 soy empleado de planta permanente del instituto, tengo más de 25 años de ejercicio de la profesión, creo que tengo la capacidad, la idoneidad, soy personal de planta, es un pedido que muchos años venían llevando adelante los empleados y trasciende mi persona, porque el día que yo me jubile o no forme parte del instituto, se va a designar a otra persona de planta y me parece que es algo que hay que celebrar, que se tenga esta gerencia”, afirmó.
“Yo no lo veo mal y entiendo que cumplo con todos los requisitos para hacerlo”, expresó el ministro, quien omitió que incumple con el requisito de la Ley de Ética de la Función Pública, que establece que está prohibido “recibir cualquier tipo de ventaja con motivo u ocasión de sus funciones, así como aprovechar la función para obtener beneficios que no se encuentren previstos en la legislación específica, de carácter general”.
“Acá se está transformando un cargo político en una designación a un personal de planta del Instituto y que trascienda las gestiones, que es un poco la línea que se está planteando el Gobernador, que no sean cuestiones políticas, sino que trasciendan las gestiones y se pueden establecer políticas nuevas de ellas. Creo que al Instituto le hace falta esto”, subrayó.
Uno de los más críticos con la designación de Ayala fue el gobernador electo, Ignacio Torres, quien garantizó que no va a “tolerar acomodos”. Sin embargo, Ayala expresó que “con mi trabajo, con mi esfuerzo, con mi capacidad, estoy muy tranquilo, así que no tengo problemas y me someto, si quieren, a un concurso, a un certamen, de revalidar mi capacidad”.