martes, 24 de junio de 2025
Diseño sin título – 1

Desde 2021, la Municipalidad de Rawson viene anunciando con entusiasmo la radicación de empresas en el flamante Parque Industrial, presentándolo como un eje estratégico para diversificar la economía de la capital provincial y generar empleo genuino. Sin embargo, detrás de los titulares, los actos con entrega de terrenos y las fotos con empresarios, se esconde una realidad muy distinta: el predio sigue prácticamente desierto, sin infraestructura básica, sin calles ni servicios, y con una sola empresa instalada, que ni siquiera produce, sino que se dedica a la venta minorista de productos para mascotas.

Los anuncios que se repiten

El proyecto fue lanzado oficialmente en 2021 bajo la gestión del intendente Damián Biss. En ese momento el municipio armó el Consorcio del Parque Industrial (COPIR) y anunció que había 104 empresas interesadas en radicarse por lo que pronto empezaría con la entrega de terrenos. En marzo de 2022 se firmaron los primeros 25 contratos, en agosto del mismo año otros 22.

En 2023 se informó que ya había 52 lotes asignados y para finales de ese año, la Cámara de Comercio afirmaba que en 2024 estarían en marcha las industrias en el parque. “Aspiramos a que se empiece a ver el movimiento económico”, expresaba esperanzado, Aldo Lorardi, titular del organismo.

Sin embargo, las inversiones no llegaron y en enero de 2025 se repitió la puesta en escena: dos empresarios locales recibieron terrenos en el parque. Finalmente, el pasado 30 de mayo, el municipio celebró la incorporación de siete nuevos proyectos productivos de rubros variados, desde heladerías hasta talleres mecánicos. La noticia fue replicada por medios provinciales como si se tratara de un hito económico.

Pero basta con visitar el predio para comprobar que la situación está lejos de lo que describen los comunicados de prensa. El parque industrial carece de lo esencial: no hay calles internas trazadas, la energía eléctrica y el agua potable deberá ser gestionado por el inversor y no hay gas natural. En esas condiciones, las empresas no tienen forma de comenzar a construir ni mucho menos operar.

La Agencia de Desarrollo Económico de Rawson (ADER) fue creada en abril de 2021, casi al mismo tiempo en que se anunciaba la concreción del Parque Industrial, con el objetivo de conseguir empresas que quieran radicarse e invertir en la Capital.

“Cada adjudicatario tiene que gestionar el servicio de agua y luz. A medida que se van adjudicando terrenos, el consorcio irá gestionando la apertura de calles, la seguridad, en algún momento también algún tipo de beneficio que viene del parque industrial”, reconoció recientemente el titular de ADER, Fernando Vosecky.

A pesar de que en todo este tiempo no obtuvo logros,  ADER, creada por Damián Biss, suma gastos de gestión por más de $500 millones, dinero que con el que se podría haber concretado la instalación de alguno de los servicios que faltan en el lugar.

La única firma que efectivamente se instaló hasta el momento es Todo Mascotas, un emprendimiento local dedicado a la venta de alimentos e insumos para animales. Sin ánimos de menospreciar la inversión, el negocio no se trata de una industria, ni una planta de procesamiento ni un proyecto innovador: es una nave de acopio para comercialización, que traslada su actividad minorista al predio mientras sigue funcionando en locales comerciales céntricos.

 

Una vidriera vacía

Los contratos firmados con más de 50 empresas siguen sin traducirse en construcciones reales. Muchos de esos convenios, según fuentes del propio CoPIR, ni siquiera avanzaron hacia el movimiento de suelo. La falta de servicios es el principal obstáculo, pero también pesa la incertidumbre política y económica, la escasa planificación urbana y la falta de incentivos concretos para la inversión privada.

El Parque Industrial de Rawson, tal como fue concebido, se ha convertido en una vidriera vacía en un predio inmenso y desolado. A cuatro años del lanzamiento, los resultados son inocultables: un solo galpón sin producción en un predio abandonado que solo cuenta con un imponente cartel descolorido por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento.

Compartir.

Dejar un comentario