Durante agosto, al menos 140 lobos marinos se contagiaron gripe aviar y murieron en la costa atlántica Argentina desde Tierra del Fuego hasta Necochea, en la provincia de Buenos Aires. El dato generó preocupación entre la comunidad científica que se encuentra estudiando la mutación del virus y los motivos por los cuales afecta a estos mamíferos.
“En febrero de este año ingresó influenza Aviar a nuestro país a través de aves migratorias por el norte, se distribuyó ampliamente por todo el territorio y ha generado bastantes inconvenientes. La enfermedad es un virus de alta transmisibilidad entre aves y estas al enfermarse mueren”, explicó Germán Resanovich, coordinador regional de Senasa, a LU20.
“Uno de los motivos por los que Senasa actúa férreamente sobre los focos de Influenza A es la posibilidad que tiene de infectar a otras especies que no son aves y el potencial zoonótico que tiene sobre el ser humano es importante, entonces de ahí radica la peligrosidad de la enfermedad”, aseguró.
Resanovich confesó que “fue sorpresivo que la infección se detecta en lobos marinos, el primer caso fue a comienzos de agosto en Tierra del Fuego y de ahí en adelante se fueron suscitando algunos otros positivos en el transcurso de todo el recorrido de la costa atlántica hasta Necochea, que es el caso más relevante”.
El coordinador regional de Senasa solicitó a “la gente que cuando vea a un lobo marino enfermo no acuda porque la gente se acerca y quiere ayudar pero cuando se acerca puede cargarse de esta enfermedad viral en la ropa o los zapatos y luego se va a su casa donde tiene un gallinero, por ejemplo, ahí estará generando una contaminación”.
A pesar de estos contagios, esta semana Argentina se declaró libre de Influenza Aviar Altamente Patógena (IAAP) y volverá a exportar sus productos. “Hoy, en nuestro país no se encuentran casos positivos de influenza en el circuito doméstico ni en el comercial, tal es así que Argentina ha vuelto a declararse libre de influenza aviar de alta patogenicidad y retomó sus exportaciones como antes de febrero”, indicó Resanovich.
Aunque aclaró que la “enfermedad sigue actuando en el ámbito silvestre y los lobos marianos cohabitan en lugares con aves marinas, entonces estas aves pueden portar el virus o estar manifestando la enfermedad y al generar desechos, como materia fecal que los lobos pueden arrastrar y pegárseles en los pelos o comer aves enfermas o muertas, y ahí es donde se genera la infección. Esto lo planteo desde el terreno de los supuestos porque la enfermedad se contagia por contacto directo y creemos que es lo que sucede en los lugares donde los lobos cohabitan con aves pero es una suposición porque en el ámbito silvestre nosotros solo observamos”.
Peligro para Pingüinos de Punta Tombo
El virus circulando entre las aves silvestres y lobos marinos representa un riesgo de contagio para la comunidad de Pingüinos a que todos los años arriban en septiembre a Punta Tombo para la temporada de reproducción, apareamiento, incubación y adiestramiento de las crías.
“Todo es riesgoso, entiendo que fauna de provincia debe haber tomados los recaudos necesarios pero si los pingüinos se contagian a través de aves migratorias, tendremos un problema”, reconoció Resanovich.