miércoles, 6 de diciembre de 2023

El próximo gobernador recibirá una provincia con deudas en pesos y dólares, garantizadas con las regalías petroleras y la coparticipación federal de impuestos. El panorama será sumamente preocupante y el futuro mandatario deberá tomar medidas urgentes para evitar una catástrofe financiera.

El principal componente de la deuda pública actual es el BOCADE, Bono de Cancelación de Deuda, emitido en 2016 por el gobierno de Mario Das Neves, que demandará vencimientos por 400 millones de dólares de capital y 97 millones de dólares de intereses entre 2023 y 2027, lo que abarca todo el período del próximo gobernador. Además, hay que considerar también al bono denominado ‘TIDECH’, que la provincia colocó en 2021, por otros 111 millones de dólares.

El TIDECH es un bono emitido por el gobierno de Mariano Arcioni para refinanciar deuda vinculada a Letras del Tesoro en dólares, con vencimiento previsto para el año 2027, pero cuya primera cuota empezará a impactar en febrero de 2024 y deberá cancelarse en 4 años.

Es decir que el próximo gobernador, cuando asuma el 10 de diciembre, tendrá en su calendario no sólo los vencimientos que ya vienen pagándose sobre el BOCADE, que en forma trimestral demandarán desde enero próximo algo más de 34 millones de dólares por cuota (este año la cuota trimestral es de 30 millones de dólares), sino también el TIDECH, que sumará vencimientos trimestrales por otros 7 millones de dólares por cuota, sin contar los gastos.

Hay que recordar que los bonos tienen garantías que impiden una cesación de pago. En un caso, el BOCADE, se descuenta automáticamente de las regalías petroleras. En el otro, el TIDECH, el respaldo serán los envíos de Nación por Coparticipación Federal de Impuestos.

Además de los dos bonos mencionados, un tercer componente de la deuda que espera al próximo gobierno se vincula a las Letras del Tesoro, tanto en pesos como en dólares, que es el instrumento financiero que ha utilizado el actual gobierno para suplir la caída de recursos de los últimos años.

Las letras colocadas durante el año pasado alcanzaban a 27 millones de dólares, hasta enero de este año y las colocaciones en pesos eran de $6.000 millones. A esto hay que sumar el endeudamiento por 14.000 millones de pesos, que se aprobó a comienzos de mayo, a través del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial

La provincia funciona hoy mayoritariamente para cumplir con el pago de salarios, ya que destina un 62% de sus recursos únicamente a esa obligación, frente a un promedio que para el total de las provincias refleja un 49%. Junto con Río Negro, que se acerca al 60% y Neuquén, en un 58%, son las provincias con mayor incidencia de costo salarial.

Como consecuencia, quedan menos recursos para la Inversión Real Directa (IRD), es decir crecimiento de infraestructura, ya que en ese ítem Chubut tiene hoy una relación de sólo un 4% respecto del gasto total, ubicándose entre las cuatro provincias con menor relación en ese ítem: las otras son Santa Cruz, con sólo 2%, Buenos Aires, con un 3% y Tucumán, cercana al 4%.

Último lugar en el reparto de Nación
A pesar de la cercanía entre el gobernador Mariano Arcioni y el ministro de Economía de Nación, Sergio Massa, Chubut tampoco aparece en un lugar destacado a la hora de contar con asistencias del Estado Nacional.

En 2022 ocupó el último lugar en la fila para recibir Transferencias No Automáticas, con sólo $5.286 millones. El primer lugar correspondió a provincia de Buenos Aires, con $335.595 millones, seguida por Ciudad de Buenos Aires (CABA), con $92.427 millones.

En lo que va de 2023, la situación no mejoró mucho, ya que las transferencias automáticas para Chubut la reubicaron desde el último hacia el anteúltimo lugar, de acuerdo con los datos disponibles hasta el primer cuatrimestre del año.

Renegociación de la deuda
El tema de la deuda provincial será uno de los ejes insoslayables en la campaña política, en tanto los principales candidatos han coincidido en que se deberán renegociar los vencimientos del BOCADE, ya que de lo contrario la próxima gestión estará fuertemente limitada.

Con el déficit actual, que supera los $3.000 millones mensuales según reconoció el ministro Oscar Antonena ante diputados provinciales, seguramente en diciembre el gobierno tendrá que recurrir a un nuevo endeudamiento, por más de $14.000 millones, para el pago de aguinaldos.

Otro “regalito” para el próximo gobierno es que la reestructuración realizada a fines de 2020 incrementó los vencimientos para el próximo período en 164 millones de dólares, que es el monto que hubiera vencido entre 2021 y 2023 pero fue reprogramado hacia delante.

Las señales del petróleo
El panorama es poco alentador. La deuda, al sumar todos sus componentes podría equivaler a dos años de recaudación de regalías petroleras. O incluso más, si toca un período de precios bajos.

Sólo entre los dos bonos, los vencimientos ascenderán a 511 millones de dólares en los próximos 4 años, a lo que se suman las letras en dólares, con 27 millones contabilizados hasta enero, más la conversión de los 30.000 millones de pesos que implicarán los dos préstamos mencionados, para el pago de aguinaldos de este año.

La situación no debería subestimarse ni siquiera considerando la recaudación del año 2022, cuando las regalías reportaron uno de los ingresos más altos de la historia, con 457 millones de dólares, debido a los altos precios del crudo durante el año pasado.

En años más “normales”, como el 2021, la recaudación fue de 376 millones de dólares y en 2019, de 368 millones de dólares. ¿Qué pasó en 2020, con la pandemia? Las regalías cayeron a su mínimo en más de 15 años, con sólo 254,6 millones de dólares.

No se necesita una nueva pandemia para que los precios internacionales del crudo caigan, como ya se reflejó en años recientes. Con precios de 50 dólares por barril, que no son necesariamente bajos, los ingresos de la provincia podrían sufrir un fuerte recorte. En 2016 y 2017, con el mercado en torno a esa cifra, la recaudación provincial estuvo más cercan de los 300 millones, por lo que en esa circunstancia, no tan extraordinaria como la pandemia, la deuda equivale a dos años completos.

Fuente: ADN Sur

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