La inflación de julio rebotó al 6,3% en julio, después de haber alcanzado un piso del 6% el mes anterior, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec); la variación núcleo, que indicaba la tendencia, fue del 6,5%. El dato publicado este martes es el último antes de un fuerte salto en los precios que seguirá a la devaluación y a la aplicación de impuestos a las importaciones.
La “Unidad de Renegociación de Precios”, que encabeza Guillermo Michel, informó en la noche de este martes que la nueva pauta de aumentos para los Precios Justos es del 5% mensual para los próximos 90 días. Asimismo, la herramienta de negociación con las empresas para contener el pass through es un “alivio fiscal”, que sería mediante la postergación del pago del anticipo del impuesto a las Ganancias y también sobre el impuesto PAIS.
No obstante, según la consultora LCG, la inflación tendría un piso del 14% en agosto y 12% en septiembre. El pronóstico es compartido con otros agentes del mercado, que esperan que la variación promedio de los precios de la economía argentina supere los dos dígitos mensuales por primera vez desde abril 2002 (10,4% en ese entonces).
“El nuevo tipo de cambio fijo por 90 días no habilita abusos. La compensación fiscal alcanzará para absorber el impacto de la devaluación y las empresas que hayan subido sus precios deberán retrotraerlos cuando firmen los acuerdos. No hay razones para tener incrementos por encima del 5%”, apuntó el secretario de Comercio, Matías Tombolini.
En Economía están convencidos de que “no hay motivos” para que la devaluación tenga un impacto fuerte en los precios al consumidor.
Aunque el equipo económico de Sergio Massa trabaja sobre la hipótesis de que la devaluación no debería tener un gran traslado a precios debido a los “altos márgenes empresariales”, lo cierto es que grandes empresas de consumo masivo ya pasaron a sus clientes listas de aumentos de sus productos en torno al 25%.
Inflación de julio, agosto y septiembre
La Secretaría de Política Económica, a cargo de Gabriel Rubinstein, destacó que en julio los alimentos y bebidas volvieron a aumentar por debajo del nivel general (5,8%) por tercer mes consecutivo, y marcó a la carne (3,1%), aceites (4,3%), frutas (5%) y verduras (5,7%) como elementos que contribuyeron a la relativa estabilidad en el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Estacionalmente, la ropa y el calzado treparon apenas 3%.
“En agosto la inflación había empezado a acelerarse por el ajuste de los dólares libres de cara a las PASO y lo hará ahora por el impacto que tendrá la devaluación. La mitad de la economía ya funcionaba al tipo de cambio libre, pero buena parte de la canasta básica estaba aún al oficial. Con la inercia a la que venían los precios y asumiendo un pass through del 50%, estimamos que la inflación irá a niveles del 14% en agosto y 12% en septiembre. Son valores que tomamos como piso, porque la inestabilidad asociada al desenlace de las elecciones PASO no terminó”, evaluó LCG.
“Para adelante, solo con asumir que en el cuarto trimestre los precios convergen a una tasa del 8% mensual, la inflación escalaría a 155% anual en diciembre; si se ‘estabiliza’ en 10%, cerraría en 170%”. estimaron, aunque no ven “anclas”.
De acuerdo al análisis de María Castiglioni Cotter, de C&T Asesores Económicos, “los datos parciales de agosto muestran una inflación acelerándose notablemente, algo que se agudizará como consecuencia de la devaluación, la continua escalada de los tipos de cambio financieros y el dólar blue y la incertidumbre que este escenario está provocando”, por lo que los precios correrían a un ritmo de 12% mensual.
El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) relevó que en el inicio de este mes la remarcación estuvo “por encima del impacto concreto” de la implementación del impuesto PAIS a las importaciones de bienes, que la carne vacuna tuvo saltos de hasta 30% por el “dólar maíz”.
Fuente: El Cronista