Por encima de las estimaciones privadas que advertían un alza de 25%, en promedio, los distintos cortes de carne que mide el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Instituto nacional de Estadística y Censo (INDEC), en febrero, superaron el 30%.
El organismo reveló que el sector de Alimentos y Bebidas fue el que más aumentó durante febrero (9,8%) por encima del nivel general que se ubicó en 6,6%.
Los cinco cortes que mide el organismo oficial: asado (28,6%); picada común (35%); paleta (33,5%); cuadril (34,3%) y nalga (32,8%), en conjunto, mostraron un aumento de 32,84% en las góndolas.
Los cinco cortes que mide el organismo oficial: asado (28,6%); picada común (35%); paleta (33,5%); cuadril (34,3%) y nalga (32,8%), en conjunto, mostraron un aumento de 32,84% en las góndolas.
Entre los sustitutos a la principal proteína que consumen los argentinos, el envase de hamburguesas congeladas (4 unidades) subió 4,1% mientras que el filet de merluza fresco lo hizo en línea con el nivel general, 6,8%.
El IPC también reflejó incrementos en las proteínas aviares afectadas por la Influenza, aunque el virus recién en el último tramo del mes comenzó a impactar en el sector comercial.
El pollo entero se comercializó a $483,55 kg lo que marca una suba de 6,8%, mientras que la docena de huevos se vendió a $490,18, con un aumento de 13,2%.
Al contrastar los datos de la última década, por año, por habitante, un informe de FADA marca que el consumo de carne bovina bajó de 58 a 48 kg entre 2012 y 2022, al ritmo que suben el de pollo, de 40 a 46 kg y el de cerdo, de 9 a 17kg.
Lo que viene
Durante 2022, la sequía motivó una salida masiva de hacienda de los campos al mercado, lo que generó un atraso de hasta un 37% en el precio del ganado en comparación con la inflación.
El efecto se sintió en el precio de la carne al público y ayudó a atenuar el índice de inflación, pero la racha se cortó en el primer mes del año, con alzas que promediaron el 20%.
“Dado que el costo de la hacienda más asociada al consumo trepó por encima del 30%, vemos que aún hay margen para un mayor traslado al consumidor”, explicó Santiago Manoukian, economista de Ecolatina.