Los restos óseos de una ‘vampira’ fueron encontrados en un cementerio polaco del siglo XVII en la localidad de Pień, con una hoz en el cuello para evitar que se levantara de entre los muertos.
El profesor Dariusz Poliński de la Universidad Nicolás Copérnico dirigió la excavación arqueológica que condujo al descubrimiento de los restos, que se encontraron con un gorro de seda y con un diente frontal sobresaliente, informó el viernes el ‘Daily Mail’.
«La hoz no se colocó plana, sino que se colocó en el cuello de tal manera que si el difunto hubiera intentado levantarse la cabeza habría sido cortada o herida», dijo Poliński al ‘Daily Mail’.
En el siglo XI, los ciudadanos de Europa del Este por miedo a los vampiros comenzaron a tratar a sus muertos con rituales antivampiro, según la revista ‘Smithsonian’, creyendo que «algunas personas que morían saldrían de la tumba como monstruos chupadores de sangre que aterrorizaban a los vivos». En el siglo XVII, tales prácticas de entierro «se volvieron comunes en Polonia en respuesta a un brote de ‘vampiros’», informa ‘Science Alert’.
«Otras formas de protegerse contra el regreso de los muertos incluían cortar la cabeza o las piernas, colocar al difunto boca abajo para que mordiese el suelo, quemarlo y aplastarlo con una piedra», dijo Poliński al ‘New York Post’.
Una de las características físicas de la mujer puede proporcionar una pista de por qué se pensó que era un vampiro. Tenía dientes frontales sobresalientes, lo suficiente como para que se notara bastante. Esto puede haber sido interpretado por algunos como evidencia de sus tendencias vampíricas.
Los restos de Polonia se encontraron con la hoz en el cuello y un dedo del pie cerrado con candado para sujetarla. Sobre esto último, Poliński dijo a ‘Daily Mail’ que probablemente simbolizaba «el cierre de un escenario y la imposibilidad de regresar».
Todavía no existe un consenso académico sobre cómo las personas llegaron a ser clasificadas como «vampiros», pero a menudo fueron ejecutadas violentamente, según Poliński.
El descubrimiento de la «mujer vampiro» en Pień, ubicada en el sur del país, se produce siete años después de que se desenterraran los restos de otros cinco presuntos vampiros en la ciudad de Drawsko, a 200 kilómetros de distancia. Estos restos que se encontraron allí habían sido enterrados de manera similar con hoces en la garganta.
En 2018, los investigadores desenterraron en Italia algo realmente espeluznante en un sitio romano conocido como el ‘Cementerio de los Bebés’: un niño enterrado con una piedra dentro de la boca.
Los investigadores creen que pudo haber sido puesto allí como parte de un ritual para evitar que el niño de 10 años se levantara de la tumba, hace al menos 1.500 años. Se le conoce como el ‘Vampiro de Lugano’.