El gasoducto Presidente Néstor Kirchner, la obra más emblemática de la actual administración nacional, se inaugurará sin acto político, y tanto la decisión como la nueva fecha para el simbólico corte de cinta no son casualidad. En un mes clave para las definiciones electorales, el kirchnerismo evitó darle la foto sólo a Alberto Fernández y la ceremonia oficial se postergó para después del cierre de listas de los precandidatos que competirán en las PASO.
La fecha de inauguración del gasoducto a Vaca Muerta era clave para el Gobierno y es que no cumplir con los plazos prometidos no sólo era un chaleco de plomo de cara a las próximas elecciones, sino también una cortina de humo para la oposición, que también tiene sus internas.
Contra todos los pronósticos, y en tiempo récord, las empresas encargadas de la obra lograron terminar el caño en unos 10 meses. Y tal como estaba pactado, en una fecha simbólica como el Día de la Bandera, el gas comenzará a fluir por el caño el próximo martes 20 de junio.
El jueves a la tarde, y en un breve comunicado conjunto, el ministerio de Economía, la secretaría de Energía y la empresa estatal Enarsa confirmaron el cronograma de cómo será el proceso de habilitación del caño, en el que se detalla que demandará 18 días. Remarcaron que el llenado progresivo responde a “procedimientos habituales” en este tipo de operaciones.
La Cámara Nacional Electoral nacional dispuso que el plazo para inscribir las candidaturas para las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) vence el próximo sábado 24 de junio. En esa fecha, y según el calendario oficial (ver imagen), el gas de Vaca Muerta estará recorriendo del kilómetro 29 al 61 del gasoducto Néstor Kirchner.
El 9 de julio, Día de la Independencia, es la nueva fecha que comunicó de manera oficial el Gobierno para el acto protocolar de inauguración del caño. Para ese entonces, el kirchnerismo y massimo tendrán a quién sentar en el caño, además de darles visibilidad para los anuncios de nueva infraestructura que prometieron
Gasoducto Néstor Kirchner: reuniones que no se concretaron e incertidumbre
El detrás de escena del escueto comunicado que lanzó el Gobierno el jueves, tuvo un eje conductor y fue la incertidumbre. Tanto desde el despacho de la secretaria de Energía, que conduce Flavia Royón, como desde la cúpula de Enarsa, se desconocía qué iba a pasar en el acto de inauguración.
Lo que a principio se había imaginado como un megaacto con importantes anuncios de nuevas obras se diluyó en el transcurso de la semana y perdió peso. «Le bajaron el tono«, le dijo a Energía On, una importante fuente del sector, con llegada directa al gobierno nacional.
El desconcierto no fue sólo hacia la prensa, sino también hacia las propias empresas que participaron del emblemático proyecto y que fueron grandes responsables de lograr concretarla en 10 meses.
La obra se terminó en 10 meses, un tiempo récord para este tipo de proyectos
Tanto desde Enarsa, como desde la secretaría de Energía, se patearon la pelota entre sí a la hora de dar precisiones sobre el acto. Según pudo averiguar este medio, había reuniones confirmadas con las empresas para el lunes pasado para coordinar los detalles del evento, pero no sólo se postergaron a última hora, sino que tampoco se concretaron los días siguientes.
“Al momento, no tengo información de ningún acto con autoridades”, le dijo a este medio una persona allegada al presidente de Enarsa, Agustín Gerez, el jueves a la tarde, antes del anuncio del cronograma oficial.
Inicialmente se esperaba un acto en Salliqueló, provincia de Buenos Aires. No sólo porque es territorio de Axel Kicillof, sino porque el segundo tramo del gasoducto Néstor Kirchner partirá desde allí y el propio Sergio Massa confirmó en su discurso de IDEA, el pasado 20 de abril, que el anuncio de la licitación se iba a hacer el día que se inaugure el primer tramo del caño.
Todo lo que sucedió en la antesala de la inauguración resume un poco lo que fue el proceso planificación, diseño y licitación de la obra que tuvo fuego cruzado entre propios del Gobierno y hasta una judicialización.
En el medio, y con un seguimiento puntilloso por parte de Sergio Massa, las empresas cumplieron con el ajustado calendario que les propuso el Gobierno, pese a que en el sector había un fuerte descreimiento de que se iba a concretar en tiempo y forma.
Gasoducto Néstor Kirchner: los anuncios que se esperan
La falta de dólares y el declino de la producción de gas en Bolivia condicionan el abastecimiento de gas para la zona norte del país, de cara al invierno 2024. Con este escenario sobre la mesa, el Gobierno quiere acelerar dos obras de infraestructura que son tan estratégicas como la que está pronto a inaugurase.
Se trata del segundo tramo del gasoducto Néstor Kirchner que va desde Salliqueló, en Buenos Aires, hasta San Jerónimo, en Santa Fe. Y también de la reversión del gasoducto Norte, una obra que irá desde Córdoba hasta el límite con Bolivia, con proyección una marcada proyección exportadora.
Además del acto político, para el próximo 9 de julio se espera que el Gobierno nacional anuncie la licitación de ambos proyectos, con el objetivo de llegar al invierno 2024, por lo menos, con el segundo tramo del Néstor Kirchner, aprovechando las herramientas, know how, y toda la capacidad instada que se emplazó para el primer tramo.
En números
US$ 174
millones es lo que desembolsaría el Estado para completar la inversión de US$ 714 millones que demandará la reversión del gasoducto Norte.
La secretaria de Energía de Nación aseguró la idea original del Gobierno es licitar la obra del segundo tramo del caño en agosto. Aún no se saben detalles, pero la intención es que participe en el financiamiento el sector privado. Similar a lo que se hizo con el primer tramo, el caño sería propiedad del Estado y su operación se licitaría.
Sobre el gasoducto Norte también hubo novedades esta semana y -al repetido anuncio de su inminente licitación- Royón confirmó que el Gobierno está analizando “seriamente” en financiar una parte con recursos del Estado, algo que hasta ahora no se había comentado, por lo menos, de manera pública.
La obra tiene un costo estimado de unos US$ 714 millones, de los cuales US$ 540 millones los aportará el Banco de Desarrollo de América Latina (exCAF). El objetivo inicial del Gobierno era que productores privados o entes financien los US$ 174 millones remanentes, sin embargo, Royón confirmó que no descartan cubrir la diferencia con recursos propios.
Fuentes Diario de Río Negro