
El Pueblo de Gobernador costa está a 140 kilómetros de Esquel, sobre el camino cordillerano, al pie del característico cerro La Vertiere y junto a la margen derecha del Arroyo Genua, de valle amplio y tierra feraz, donde no es imposible que algún día se contemple una saludable y briosa civilización.
Claro está que aún debe correr tiempo para ello. El desenvolvimiento agrícola e industrial de estas comarcas es muy nuevo y pausado, pudiendo decirse que recién ahora es objeto de visiones más certeras y amplias, determinadas por causas varias, tales como el aumento de la población, el poder de los vehículos automotores, los trazados y cuidados itinerarios, y un concepto más claro y propicio de los deberes de la patria.
Lo cierto es que está en marcha la idea de que todos los parajes explotables, sean de la índole que fueren, deben ser explotados. De ahí que ya no nos sorprendamos porque ciertos productos fabriles de Buenos Aires, de constante demanda en el mercado, sean hechos triturando rocas de las fuentes andinas de Apeleg, trasportadas hasta Esquel por unidades de la fábrica automotriz de Paredes Hermanos.
Y este ejemplo no es el único que se pueda citar.
Indudablemente, la nación es una sola entidad, vista a los ojos argentinos; no existe en nuestro tiempo, por razones internas y externas, derecho alguno a la inercia, pues esto aviva la codicia de los más fuertes; y así, valles, subsuelos y montañas deben concurrir a que nada falte, defendiendo y fortificando nuestra economía, riqueza privada y pública, es decir el bienestar nacional. Desiderátum político de todo buen ciudadano.
El pueblo celebra sus 23 años

Comisaría de Policía, Juzgado de paz, oficina de Correos y una casa de comercio: era esto, según tenemos entendido, cuanto había junto al cerro de Gobernador Costa, corriendo el año 1924.
La jurisdicción de estas oficinas extendíase hasta unas treinta leguas al norte, incluyendo, por supuesto, la localidad de José de San Martin, sita en la otra orilla del valle, doce kilómetros más adelante.
Es por eso que los libros del Juzgado de Gobernador Costa tienen más antigüedad que los de aquel otro pueblo.
Por la misma causa es también igual su lista de primeros pobladores. Al principio no había dos jurisdicciones.
El 28 de febrero de este año, (1949), Gobernador Costa celebraba sus 23 años de existencia. Erigió en la plaza un pedestal conmemorativo. Fue importante la reunión de autoridades y vecinos. En su discurso, el presidente de la comisión de Fomento, don Felipe Higuera, echó una mirada retrospectiva, fijando el origen del pueblo. “En un día como hoy, hace 23 años, dijo, fue recibido en este lugar el Gobernador del territorio, don Manuel Costa. La gente, contenta lo agasajo con un asado, reuniéndose en el terreno donde más tarde estuvo la Sociedad Rural. El interés del Gobernador por la zona, en cuyas inmediaciones había vivido y trabajado su padre, hizo nacer la idea de formar un pueblo”.
“Y como se pensó se hizo”, agrega el señor Higuera.
Así surgió Gobernador Costa.
Su nombre iba a ser el del padre del Gobernador, pero como este falleciera entre tanto, al poco tiempo de su visita, los vecinos desistieron de esa idea, prefiriendo el homenaje a su memoria.
Y su voluntad fue oída y oficializada.
El pueblo se levantó sobre tierra del señor Florencio Petriz, debidamente loteada.
El señor Petriz vive todavía, reside en la localidad de Lomchamps, cerca de Buenos Aires.
Más tarde se le hizo un ensanche al plano del pueblo, respondiendo al deseo del vecindario y en previsión de futuras necesidades.
Tiene una veintena de comercios e industrias.
Su población es de unos 600 habitantes.
Entre sus edificios hay muchos estimables, de modo que pueden tomarse como prueba de que en Gobernador Costa nunca ha faltado optimismo. Y eso que el viento es aquí, como en tantos otros sitios territoriales, un enemigo implacable del hombre, opuesto a muchas de sus cosas. Para vencerlo es preciso voluntad muy tensa. Por eso son siempre objeto de alabanza los días de calma.
La casa Lahusen y Cia, quemada hace poco, pero ya en reconstrucción, es un comercio importante. Sus ventas anuales bajan poco del millón de pesos y sus compras de lana ascienden a unos ochocientos mil kilos.
Las firmas Tamame y Cia, y Leandro Torres, representa asimismo intereses considerables.
Entre los vecinos no es raro oír palabras encomiásticas para el general Ángel Solari, considerando que su gobernación territorial fue útil para los pueblos nuevos, como Gobernador Costa. Fue un propulsor, según el juicio vecinal.
Estancias y ganados de la zona
Hay en la zona de Gobernador Costa varias estancias grandes y otras menores, por lo general en tierras fiscales las que en conjunto tienen ganado compuesto de 280.000 ovejas, 10.000 vacas, 3.000 en caballos y 2.000 cabras, según las últimas anotaciones estadísticas.
La cosecha de lana alcanzó la cifra de 1.385.967 kilos.
Entre las estancias, algunas de ellas con cabaña, están denominadas Don Guillermo. El Cherque, Shaman, Nueva Lubeka, La Cristina, El Cóndor, Las Margaritas, Tres Zorros, El Puma, Los Guanacos, 12 de Julio, Don Silverio, La Blanca, La Casilda y El Chacay.
Los productos de varios de esos establecimientos se han visto más de una vez en las exposiciones de las sociedades rurales.
Nómina de los Jueces de Paz
El estado tiene aquí las siguientes representaciones: Juzgado de Paz, Gendarmería, Escuela Primaria, Dirección de Envases Textiles, Corresponsalía del Banco Nación, Comisión de Fomento, Correos y Telecomunicaciones, e Inspección de Bosques.
El juzgado de paz, que es al propio tiempo Registro Civil, Oficina de Mareas y Señales, etcétera, como en todas las Gobernaciones, fue creado en 1902, siendo su primera acta, un nacimiento, de fecha 25 de agosto de este año.
Don Hernán Faesing fue el primer funcionario de esa institución, establecida para atender la zona de José de San Martin, lo mismo que el Correo y Comisaria, como decíamos anteriormente.
Al señor Faesing le sucedieron los señores Cecilio Crespo, José P. More, David Harrington, Segundo Villagrán, Federico R. López, Emilio Carreras, Gregorio Vilgre La Madrid, Juan B. Aguirre, Benjamín C. Altamirano, Oscar Ruiz y Juan Battistina, este último en posición del cargo actualmente, con varios años de servicio.
El Juzgado atiende también el enrolamiento masculino y femenino y el registro de productores agropecuarios. Donde no hay escribano, puede extender poderes y contratos.
La Escuela

La escuela pública, número 68, la única en la localidad, data del 11 de septiembre de 1922, fecha anterior al trazado del pueblo.
Fue primer local fue obra de los pobladores, bajo la dirección del maestro normal don Francisco Araujo.
Se conserva todavía ese primer local, una pequeña casa de adobes.
El edificio de hoy se debe de los pobladores también, más cierta ayuda de la Gobernación.
Tiene casa para el director y para el conserje, aunque no habilitadas aún.
El edificio es espacioso y cómodo, pero esta sin terminar.
De sus aulas, 6 están en servicio y 4 disponibles.
Lo hecho representa una erogación de más de 100.000 pesos, controlada por la Comisión de Fomento.
Se habla de que el Ministerio de Educación quiere tomar a su cargo la conclusión de esta escuela, queriendo hacerle ciertas modificaciones.
Ejerce su dirección, desde hace 17 años, la señora Rosario Rodríguez de Magallanes, maestra de larga existencia en el Chubut; y comparten la enseñanza las maestras Celia Dora Gracia de Mehaudy, Francisca Brígida Monteserín y Magdalena Zuñeda de Faverio, y el maestro Ramón Agustín Ortega. Necesita tres docentes más, 116 alumnos asisten a esta escuela.
Correos y Telecomunicaciones
Nuevo y muy bueno es el edificio de Correos y Telecomunicaciones, como que cuesta alrededor de 500.000 pesos.
No se parece nada a la oficina primitiva, establecida en la punta del cerro. Contiene habitaciones particulares para el jefe, que actualmente lo es el señor Samuel Lifschitz, que vive ahí con su esposa, doña Ana Asernitki de Lifschitz. Antes estuvo en Pico Salamanca y Nueva Lubecka.
El personal, además del jefe, lo componen los carteros Juan C. Battistina y Gregorio Echave, los guardahilos Sebastián Arrechea y Justo Narváez, el mensajero Luis F. Battistina y un telegrafista, puesto vacante en este momento.
Sus servicios comprenden la atención de las mensajerías de Sarmiento a Esquel, de Gobernador Costa a Rio Senguer y de Trelew a Rio Pico, mensajerías que van y viene una vez por semana.
Entre los vecinos se cree que no es probable el establecimiento de una línea aérea por Gobernador Costa, para el servicio postal y de pasajeros. Pista para aeródromos existe, por lo pronto. Está en seguida del cerro.
La Gendarmería Nacional
La Gendarmería Nacional, sección Gobernador Costa, tiene por jefe al auxiliar Juan P. Faverio.
A esta sección pertenecen los puestos de Nueva Lubecka, Rio Frias y Arroyo Arenoso, de tres hombres cada uno, siendo sus jefes los ayudantes de quinta Ángel Gago, Antonio Rivera y Arnoldo Baquela.
El personal de Gobernador Costa, como el de los puestos, realiza frecuentes recorridas por la sección.
El edificio local es propio.
Oficina de Envases Textiles
Desde octubre de 1942 funciona en Gobernador Costa una Oficina de la Dirección de Envases Textiles, órgano del Ministerio Nacional de Industria y Comercio.
Se halla al frente de ella el señor Felix N. Crespo, nieto de uno de los primeros pobladores de estos lugares, llegado allá por 1890.
En realidad, la oficina se inició como un órgano de control del combustible, las cubiertas, etcétera, tanto en el departamento Tehuelches, como en el del Senguer y parte del de Paso de los Indios, y recién más tarde tendría su misión específica actual, una vez creado el Ministerio a que pertenece.
Durante los primeros cuatro años fue atendido honorariamente por el vecino D. Teofilo Monteros, por petición del Ministerio de Agricultura.
La oficina registra todos los pedidos circunscripcionales de envase para la cosecha de lana, los cuales vienen implicando una demanda anual de ochenta mil metros de arpillera, hecha por unos ciento treinta ganaderos.
Club Atlético Gobernador Costa
Eje de las reuniones sociales y deportivas es el Club Atlético Gobernador Costa, sostenido por un número apreciable de socios y cuyo origen se remonta al 23 de abril de 1943, según su libro de actas.
Fueron sus primeros dirigentes los Sres. Rafael Abraham, Ricardo Crespo, Jorge Junyent, Raúl Crespo, Enrique Ruiz, Alfonso Cagliere y Marcelino Trivelli.
Ellos tuvieron a su cargo la redacción de los estatutos, documento social aprobado por la asamblea del 31 de mayo del año mencionado.
Desde entonces el Club se ha caracterizado por su orden y actividad, así como por la organización de numerosos actos deportivos y sociales, estimados por sus componentes y por todo el vecindario, viendo en ellos momentos de cultura y distracción.
Su secretaria ostenta diversos trofeos, ganados por el Club en distintas ocasiones.
Su comisión directiva actual está constituida por los señores: Presidente, Felipe Higuera; vicepresidente, Victoriano Fernandez; secretario, Umberto Crespo; tesorero, M. Chachero; vocales, Cecilio Crespo, J. Junyent y S. Arrechea.
Oficina de Inspección de Bosques
Su jurisdicción comprende las zonas de Rio Pico, El Senguerr Apeleg, Alto Rio Mayo, Huemules, Comodoro Rivadavia, Sarmiento y los Lagos Fontana y La Plata.
El año 1944 se destacó ayudantes para varios parajes, entre ellos Rio Pico, El Senguerr, Alto rio Mayo y Huemues.
Estos empleados cumplen en esos puntos la misión de vigilar los intereses forestales del Estado, comunicándose con la Inspección en los casos necesarios.
A ellos deben recurrir los pobladores a quienes les interese extraer productos de los bosques.
La Inspección se halla a cargo de don Teofilo Monteros, ex suboficial del ejército, servidor civil del estado desde 1929, para quien la cordillera y la pre-cordillera carecen de secretos, pues los ha recorrido en todos los rumbos, viviendo ocho años sobre el Futalauquen.
Conoce, por consiguiente, todos los bosques, lagos y ríos del Ande Chubutense, lo mismo que algunos en el Río Negro.
Está al frente de la oficina de Gobernador Costa desde diciembre de 1937 realizando frecuentes viajes por su jurisdicción, movido por un celo de primer orden.
El señor Montero no se aísla, sino que, por el contrario, se interesa por la vida societaria.
Así pertenece al Centro de Suboficiales Retirados del Ejercito, a la obra Social Ministerio del Ejercito, al Club Deportivo Gobernador Costa, a la Biblioteca y Club Deportivo de Rio Pico y al Club Deportivo y Social de Senguer, además es cofundador y presidente de la Biblioteca popular Juan Martin Pueyrredón, entidad reciente de Gobernador Costa.
La vida del señor Monteros es una permanente manifestación de responsabilidad, de honradez y civismo. Su cargo se acrecienta a través de su persona.
La Maternidad
Está en marcha la instalación de una unidad materno-infantil, descendiente del Ministerio de Salud Pública, e igual a esas otras que se han anunciado para varios puntos del Chubut, o que ya están instalando.
Es incuestionable que un establecimiento así prestara muy valiosos servicios. Muchas madres y niños tendrán que agradecerlo. Constituye un nuevo paso del deber gubernativo y la comprensión social, bien justo en estas partes del país.
Madres y niños tendrán en el atención segura y eficiente en un momento importante de su vida; las madres, antes y después del alumbramiento; los niños, hasta un año después de haber nacido.
El edificio para esta Maternidad está siendo preparado debidamente, con la colaboración espontánea y útil del doctor Issac Mehaudy, graduado en la Facultad de Medicina de Buenos Aires, y vecino local desde hace tres lustros.
Su propietario, don Abraham Rafael, pone de su parte mucha voluntad en este sentido, como si siquiera evidenciarle al Ministerio y al pueblo que por él nos e dejara de instalar la Maternidad Realmente, su decisión merece el aplauso y el afecto de los buenos. Sin cláusula contractual que lo obligue, está haciendo de su antigua casa comercial, un edificio bien adecuado a su nuevo objeto, practicando mejoras considerables, que no valen menos de $16.000 y que resultaran utilísimas, determinación que se revalúa apreciablemente si se sabe que el señor Abraham Rafael no es ningún potentado, sino un hombre de trabajo, que se gana el día con un camión, y ha tenido que empeñarse para desarrollar su obra.
Nota de archivo