martes, 11 de febrero de 2025

Los últimos modelos de Fort T invitan a la velocidad, algunos muchachos se atreven en las calles del pueblo y son severamente reprendidos y multados. La gran atracción es el Gran Premio, en el que participan los pilotos más importantes del país.

La carrera demora un mes o más… salen de Buenos Aires, pasan por Bahía Blanca. Las rutas de ripio y las distancias en la Patagonia, más que un problema, son un desafío, llegan hasta Rio Gallegos y pegan la vuelta.

Aquí, en Comodoro Rivadavia, son más modestos. En diciembre de 1947, se corre la doble Sarmiento. El punto de largada es frente al Monumento al General San Martin, primero salen los hermanos Ruby, los siguientes cada dos minutos. En la ruta de ripio el automovilismo es cuestión de buena fortuna, por lo menos para los Ruby: “La suerte no acompaño al piloto al coche N°1 que debió abandonar la carrera antes de llegar a Km 27, por la fundición del motor. Por su parte, el corredor Pedro Sancha, de Puerto Madryn, sufrió un espectacular vuelco aproximadamente a 40Km del punto de largada. También debió desertar Oscar Tenor, quien equivoco el camino”.

En tanto José Rosas, crédito local, y Pablo Meissen, de Madryn, luchan en la punta de la carrera. Rosas llega a Sarmiento en 1 hora 46m; la clasificación de la primera etapa se completa con Antonio Trevisan, Gustavo Binder, Dante Violi, Emilio Carbonell, A. Mata, Javier Roldan, Mesissen, Russomando y Sancha.

Al regreso y en Pampa del Castillo Trevisan va en la punta. Le siguen Binder, Rosas, Carbonell… finalmente la revelación de la carrera es Antonio Trevisan, que se mantuvo segundo en las dos etapas y en la clasificación general.

El podio es para Binder, Trevisan y Rosas.

El Gran Premio de la República 

Un gran entusiasmo queda en la ciudad y la Gobernación Militar apoya las actividades deportivas. El 19 de agosto de 1949, se organiza la Comisión Pro Participación del volante José Rosas en el Gran Premio Automovilístico “Gran Premio de la Republica”. La preside Héctor Braña, el secretario es José Salso y asienta sede en Mitre 839.

Organizan kermeses y bailes para recaudar fondos durante tres meses.

El Auto Moto Club

Después de tantos años de carreras organizadas por clubes de futbol o amigos de este deporte, a mediados de 1951, Leoncito Durandez, Manuel Galván, Placido Pulgar, Enrique y Jaime Martínez, entre otros, se reúnen hasta que, el 28 de febrero de 1952, fundan el Auto Moto Club Comodoro Rivadavia.

La primera carrera es el 25 de mayo en el circuito del barrio Santa Juana. Días pasados estuvo nevando, pero igualmente despejan 800 metros de pista para los corredores de la más importante de las categorías, la Fort T semipreparados. Los inscriptos son Francisco Smith, Nazareno Maletica, Pablo Andriane, José Corredora, Francisco García y costa junto a Feijoo, que llegan a Puerto Deseado para sumarse a la fiesta. Nueve autos y la figura más importante de todas: Juan Bautista “Matasiete” Fernández.

El sábado 24, en el bar Español se sortean los números, el domingo a la mañana, en el club ComFerPet se realiza la revisación técnica de las máquinas y, el 25 de mayo, a las 15.59, se inicia la primera carrera.

Tres mil personas rodean el circuito, “Matasiete” es el indudable ganador; por la noche, en el club Huracán se realiza baile y entrega de premios.

El 14 de diciembre de ese mismo año, se organiza la segunda carrera y desde entonces los motores no se apagan. Fort T semipreparados y Fuerza limitada son las categorías favoritas.

En 1953, la primera carrera es el 11 de enero y la ultima el 6 de diciembre, 18 carreras se disputan en todo el año entre Comodoro Rivadavia, Gaiman, Puerto Madryn, Trelew, Deseado y la vuelta al Valle del Chubut que clasifica para campeonato argentino de carretera, que tiene a Juan Manual “El aguilucho” Gálvez entre los favoritos.

El club tiene la oficina en San Martin 238, más adelante se trasladan a Sarmiento y Belgrano.

En 1956, se produce un acontecimiento que llenara de alegría a los amantes de los “fierros”: reciben 72 hectáreas en las afueras de la ciudad para trazar un autódromo, trabajan todo el año, perfilan un circuito chico pavimentado y, además de la carrera, organizan una gran fiesta que cuenta con la presencia del más grande entre los grandes: Juan Manuel Fangio.

La historia del automovilismo en Comodoro Rivadavia se enriquece cada vez más, se disputan competencias de categorías nacionales. Y los corredores locales Alejandro Rementeria, Carlos Costilla, Emilio Moratinos –el patagónico volador-, Carlos Monttino, Mario vernetti, Enrique Verde y muchos otros grabaran en la cinta asfáltica del autódromo General San Martin, la pasión y el sueño de llegar en la punta.

Extraído del libro “Crónicas del Centenario” editado por Diario Crónica en 2001

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