lunes, 17 de febrero de 2025

Las hazañas del regimiento se hicieron famosas desde el inicio, pero algunas de ellas quedaron en la historia como las desarrolladas en la tremenda campaña libertadora al sur de Chile, donde debieron enfrentarse con los realistas, transformados en montoneras apoyadas por los indios araucanos. Parral, Quirihue, Chillán, Arauco, Santa Fé y San Carlos son los nombres de algunos de los combates en donde los Granaderos argentinos, regaron con su sangre la independencia chilena. Mariano Necochea , reclamaba a sus jefes :» El regimiento de Granaderos a Caballo que en todo el invierno se ha mantenido sobre el sur del río Maule en observación del enemigo, se encuentra enteramente desnudo…»

La terrible campaña a la Sierra, en el Perú, donde un escuadrón de Granaderos al mando de Lavalle pelea con increíble valor en los combates de Nazca , Jauja y Pasco, terminando con las fuerzas del general español O’Reilly después de cubrir 203 leguas por caminos desiertos. En Nazca, alrededor de 80 Granaderos comandados por Lavalle, Brandsen y Manuel Rojas, con 100 infantes, cruzaron un desierto de 100 kms. para sorprender a los realistas del coronel Quimper, y los derrotaron en la pequeña población de ese nombre. En Jauja, los granaderos, comandados por Lavalle, fueron protagonistas de una insólita carga “ascendiendo” una colina defendida por la infantería realista del brigadier Montenegro.

Allá, entre los arenales peruanos, quedó escondida la dolorosa retirada de Moquehuá transformada en un hecho glorioso por los granaderos de Lavalle, que dieron varias cargas en un día para detener a un enemigo diez veces superior en número, permitiendo la retirada tranquila del grueso del ejército patriota comandado por Alvarado.

Los mil hombres de caballería enemiga mandados por los oficiales más bravos de España, por veinte veces en el trayecto de 9 leguas, intentaron cargar y veinte veces fueron hechos pedazos por el bizarro Lavalle a la cabeza del afamado Regimiento de Granaderos a Caballo…” . De esos granaderos, murieron mas de 100 pero no en combate, sino de sed en el desierto ya que el barco que los transportaba de vuelta a Lima, se hundió y quedaron abandonados en una playa a 12 leguas al sur de Pisco sin agua, ni comida, ni caballos. Un escuadrón de Húsares peruanos, creado por San Martín con algunos cuadros del regimiento de Granaderos a Caballo, al mando del comandante Soulangé, había salido desde Pisco en su ayuda con agua, alimentos y cabalgaduras y pudo rescatar a los sobrevivientes, 48 horas después.

Quedó en la historia, el combate de Ríobamba donde un escuadrón al mando de Lavalle sostuvo repetidas cargas contra un enemigo cinco veces superior, derrotandolos.

Allí también quedó Chancay , con el valor de Pringles cuando sorprendido por dos escuadrones enemigos, combatió hasta el final y, con los últimos cuatro granaderos que le quedaban antes de rendirse y entregar su bandera, se arrojó al mar.

Pichincha, la primer batalla donde combatieron juntos argentinos, peruanos, chilenos, colombianos y venezolanos , tuvo entre sus héroes más destacados a los coroneles Félix de Olazábal con los “negritos de San Martín” y Juan Galo Lavalle con sus Granaderos.

En la batalla de Junín, lucharon los granaderos a las órdenes de Necochea , Bruix y la caballería peruana conformada por San Martín a las órdenes de los granaderos Isidoro Suárez y Félix Olazábal dejando su marca en la historia peruana y en el recuerdo de los colombianos, que hasta llegaron a envidiar su orden y coraje : «…los coroneles Caravajal, Silva y Bruix con cuanta gente pudieron reunir, apoyaron a Suárez . Entonces los patriotas emplearon sus lanzas con tal efecto, que la decantada caballería de los españoles se puso en una total y vergonzosa fuga y fué perseguida hasta las bayonetas de su infantería por un puñado de valientes…”

El General Necochea recibió al principio de la acción, siete heridas, fue hecho prisionero y rescatado por sus compañeros granaderos.

En el parte del día, el General Santa Cruz, por orden de Bolívar, destaca: “Su excelencia, el Libertador, recomienda a la admiración de la América al señor General Necochea, que se arrojó a las filas enemigas con una impetuosidad heroica, hasta recibir siete heridas…y al señor coronel Alejo Bruix que con el capitán Pringles, algunos oficiales y granaderos de los Andes, se mantuvo firme en medio de los peligros…”

 

Por Miguel Ángel Martínez (Adaptación sobre el trabajo del Dr. Julio Ruiz)

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