
“¡Cómo se quiere que los hombres tengan amor al trabajo, que las costumbres sean arregladas, que haya copia de ciudadanos honrados, que las virtudes ahuyenten los vicios, que los gobiernos reciban el fruto de sus cuidados, si no hay enseñanza y la ignorancia va pasando de generación en generación con mayores y más grandes aumentos!”. Manuel Belgrano, 24 de marzo de 1810
Por Miguel Ángel Martínez