sábado, 15 de marzo de 2025
Confrontación entre mapuches (izquierda) y los incas (derecha). Dibujo del cronista Guaman Poma de Ayala.

El imperio Inca fue muy corto. Duró al parecer aproximadamente un poco más de cien años. Los cien años anteriores a la conquista española. Su principal ciudad era el Cuzco. Allí vivía el Inca y su corte. En el sur de Chile no alcanzó a llegar el imperio Inca, se dice que fueron rechazados por los indígenas que habitaban en el río Maule e Itata. Hay quienes señalan que habrían llegado al Bío Bío y cerca de Hualqui, ciudad cercana a Concepción, hay un hito que así lo recuerda. Se establecieron en los valles del norte y centro del país. Quillota, nombre de procedencia quechua, fue quizá el centro principal de los Incas y como se sabe se le llamaba “el valle de Chile” desde donde tomó nombre todo el territorio. Allí instalaron poblaciones y establecieron colonias de agricultores peruanos, se les conoció como ‘mitimaes’ o colonias. En el estero Marga Marga sacaban oro, al parecer en grandes cantidades, el oro de Chile, le decían. Por eso los españoles al llegar al Cuzco escucharon esta historia de que el oro del Inca venía de sus reinos de más al sur, del Chile. No les mintieron.

Los Incas se establecieron en los valles de Aconcagua, del Mapocho y del Maipo. El mitimae o colonia más al sur parece haber sido la localidad que hoy se conoce con el nombre de Calera de Tango. Más allá, sólo había grupos militares, pucaraes o fuertes que guardaban la frontera.

La expansión incaica debe haber tenido una importancia política fundamental en la sociedad de los antiguos mapuches, la que por primera vez conoció a un grupo de extranjeros organizados que tenían por objeto instalarse, dominar la población y ponerla a trabajar mediante el sistema de mitas o mitayos que utilizaba el sistema incaico. No es por casualidad que pareciera que de esa experiencia surge la voz huinca, que había derivado de pu inca, esto es, los Incas en mapudungu.

Los primeros extranjeros que llegaron de una manera organizada, los cuzqueños, establecieron fronteras con la sociedad indígena del sur, esto es, por primera vez los antiguos mapuches deben haber accedido a una idea más amplia de territorio, de delimitación colectiva, y líneas divisorias. Las ideas como es bien sabido surgen de las comunicaciones, de los contactos entre las sociedades y las personas. Antes de los Incas, cada agrupación indígena poseía su propia comarca, y no había más límites que aquellos que separaban los espacios territoriales de los linajes o grandes familias. Al llegar los Incas se produce una delimitación entre un ‘nosotros’ colectivo y un ‘ellos’. Estos últimos se encargaron, por primera vez, de establecer divisiones en el territorio colectivo. Mirado desde el sur, el territorio también comienza a dividirse. Hay una zona en la que viven las familias, más al sur del Bío Bío, y una zona de seguridad, en la que habitaban los promaucaes con quienes los indígenas de más al sur tampoco tenían buenas relaciones, pero los protegían, como un colchón, de la presencia incaica. Tal como en una relación de espejos, la entrada de los Incas, un poco más de setenta años antes que los españoles, segunda mitad del s. XV, condujo a construir la idea de frontera entre los propios antiguos indígenas del sur. Por ello no fue Casual que cuando primero Diego de Almagro mandó gente al sur fueran atacados por enormes grupos bien organizados, al llegar al río Itata, y lo mismo le ocurriera quince años después a Pedro de Valdivia en su primer intento de avance hacia la tierra de los antiguos mapuches. La idea de mapu que se había construido en ese siglo era más colectiva, implicaba límites fronterizos, más allá de los que separaban a una familia o a un linaje de otro. Aunque no hubo Estado centralizado, como en el Cuzco, las ideas de organización social y militar y la de frontera territorial fueron adoptadas.

Fragmento del libro “Historia de los antiguos mapuches del sur”, del escritor chileno José Bengoa.

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