El presidente del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), Guillermo Espada James, indicó que la prioridad inmediata es culminar las obras que se vieron ralentizadas en los últimos años debido a la alta inflación y las dificultades económicas. Además aseguró que a medida que la inflación siga bajando podrán proyectar nuevas obras y resaltó la importancia de generar las condiciones para que los beneficiarios puedan abonar las cuotas de sus casas.
“Hoy el tema prioritario es terminar todas las obras que, por distintos motivos, se fueron ralentizando. Los dos años anteriores fueron muy difíciles en el aspecto inflacionario. Con una inflación del 10% o 20% mensual, es imposible para una empresa constructora sostener cualquier obra”, explicó Espada James.
Según el funcionario, uno de los principales ejes de trabajo es la regularización dominial de numerosos barrios que carecen de escrituras e hipotecas. “Hay muchas viviendas que no tienen todavía escritura. Empezamos a trabajar muy firmemente en eso para que la familia tenga su escritura hipotecaria. Es un instrumento que el IPV necesita también para eventualmente hacerse de fondos”, afirmó.
En paralelo, el instituto está impulsando soluciones innovadoras en términos constructivos, adaptándose a las particularidades de cada localidad. “Cada zona tiene sus características particulares de construcción y debemos desarrollar soluciones específicas para cada una”, sostuvo el titular del organismo. “Realmente hay un equipo técnico importante en el IPV y vamos a desarrollar nuevas soluciones”.
Financiamiento y créditos hipotecarios
Actualmente, el IPV recibe financiamiento exclusivamente a través del Fondo Nacional de la Vivienda (Fonavi). Sin embargo, el instituto trabaja junto al Banco del Chubut y Chubut Fideicomiso en la creación de nuevos instrumentos financieros. “Estamos trabajando en la nueva generación de instrumentos que, con la baja de la inflación, empiezan a ser atractivos y posibles”, aseguró Espada James. “Con un 10 o 20% de inflación mensual era imposible hablar de crédito hipotecario, pero ahora, con un 2% a la baja y la expectativa de llegar al 1% a fin de año, ya es otra cosa. El crédito hipotecario se empieza a abrir y realmente va a ser el instrumento con el cual vamos a trabajar”.
Espada James reconoció que el sistema prioriza a familias y personas con mayor vulnerabilidad, lo que dificulta el acceso de jóvenes profesionales con empleo formal pero sin carga familiar. “El IPV tiene un registro donde cada persona se puede inscribir y hay un puntaje. Siempre hay una prioridad para familias, para gente con alguna discapacidad. Para personas solas o mayores de 45 años hay opciones específicas, pero es cierto que a veces la orientación del IPV es a una problemática social distinta”.
El problema del repago y la solidaridad habitacional
Uno de los desafíos críticos que enfrenta el IPV es la morosidad en el pago de cuotas. Existen casos de beneficiarios que abonan una cuota significativamente menor que un alquiler y, aun así, acumulan deudas sin ser desalojados. Esto genera malestar entre quienes esperan una vivienda y están dispuestos a pagar.
Para abordar esta problemática, el IPV implementó refinanciaciones, quitas de intereses y la reestructuración de pagos atrasados. “Queremos generar un flujo de fondos regular, que la gente pague una cuota que pueda pagar y que la pague”, afirmó Espada James. “Estamos generando nuevos acuerdos donde lo viejo se pasa quizás para cuotas futuras, se refinancia lo adeudado con quita de interés, pero lo fundamental es que empiecen a pagar la cuota básica”.
Además, instó a quienes atraviesan dificultades a acercarse al IPV antes de que su situación se agrave. “La familia que empieza a tener problemas para pagar su cuota tiene que acercarse al IPV, plantear el problema y no esperar a deber 20, 30 o 40 cuotas. Ese es el problema. Si se acumulan tantas cuotas, se pone más difícil”, advirtió.
Con un panorama económico más estable, el IPV busca equilibrar su rol social con la sustentabilidad financiera, apostando por la innovación, la transparencia y la solidaridad habitacional. “Las cuotas son muy accesibles, son menos que un alquiler y realmente hay que ser solidarios con la gente que está esperando una vivienda y está pagando un alquiler”, concluyó Espada James.
Nota realizada con declaraciones a FM del Lago, de Esquel