
El ingeniero Gallardo fue gobernador del territorio del Río Negro. Participó -mientras cumplía estas funciones- de la Primera Conferencia de los Gobernadores de Territorios Nacionales, en marzo de 1913, en cuyos debates se perfiló su temperamento y empeño en defensa del territorio al que le tocó gobernar. De este encuentro se extractan los siguientes conceptos del ingeniero Gallardo:
“(…) Si hay algo que perturbe por completo la vida de un territorio, es el uso de la bebida (…). La consulta de un gobernador que motivó la visita del Procurador General de la Nación, con respecto a las medidas que pueden adoptarse para impedir la venta de alcohol, emanó del Río Negro, porque allí se palpó y se palpa el inconveniente a tal punto, que quizá cometiendo un abuso, se dispuso que en el Territorio no se permitiera en los campos fiscales, la instalación de negocios en que se vendiera alcohol. Bien, señor. Ahora considero, como ha considerado el señor miembro informante, que es no sólo un deber de humanidad prohibir la venta del alcohol, sino un deber de patriotismo, llegar a formular este voto: que todos los Gobernadores, si fuera necesario de pie, apoyen por aclamación el despacho de la comisión; tal es la importancia y la trascendencia que acuerdo a este asunto. He dicho”.
Creo que todos nos vamos a poner de acuerdo si se redacta la proposición, en esta forma: ‘que las mujeres condenadas a la deportación cumplan su condena en los Territorios cuyos Gobernadores lo pidan’.
Yo no quiero que le cuelguen al Río Negro el sambenito, de formar su población con el aporte de estos elementos. Más aún, allí hay muchas mujeres honestas. Ahora se quiere mandar allí manzanas podridas para que echen a perder las sanas, y a ello me opongo decididamente. Cuando llegué a Viedma, me di cuenta de que el principal inconveniente con que allí se tropezaba para impulsar el progreso general, era el aislamiento de la Capital Federal. Estaba a 80 leguas de Bahía Blanca y había un servicio de correos cada 8 días. Reuní los principales vecinos de Viedma y de Patagones, les demostré la conveniencia de establecer un servicio de automóviles y se subscribieron en esa misma reunión unos 35.000. Pero esa iniciativa fracasó a causa de la seca que duró 3 años, lo que hizo que los accionistas faltaran a sus compromisos. Pero la semilla germinó y sus frutos son tales que hoy tenemos entre Bahía Blanca y Viedma dos compañías de automóviles (…) Hay también dos líneas, de Viedma a Pringles y Conesa, otras dos de Rio Colorado a Conesa y San Antonio, y otra de Viedma a San Antonio”.