Trelew, 1927. La ciudad muestra progresos y deficiencias

Confirmando su importancia, el año que se inicia encuentra a Trelew en plena evolución, se edifica por doquier, nuevas familias vienen a radicarse entre nosotros siendo raro el mes en que no abría sus puertas un nuevo negocio. Poco a poco el pueblo va dejando atrás su aspecto pueblerino, transformándose en una pequeña ciudad, con sus calles bien cuidadas, con cordones y veredas en su radio céntrico, con su plaza pública modernizada con la gran poda que se les hiciera a sus tamariscos que le servían de cerco exterior, con su principal Avenida Fontana, convertida en un hermoso boulevard y su mal oliente laguna transformándose en un verdadero parque público, para recreo y diversión de sus habitantes. En todo ello indudablemente tiene que haber influido, el interinato habido en el H. Concejo Municipal, el que se integró con tres vecinos progresistas, ajenos si se quiere a la política lugareña y cuya meta, fue la de encarar en forma decidida los muchos problemas que él venía arrastrando desde algunos años.

Pero aun el pueblo tenía deficiencias por las que permanentemente se bregaba en corregir, pues se carecía de un servicio de suministro de energía eléctrica durante las 24 horas; el servicio de aguas corrientes era insuficiente para abastecer abundantemente a la población; no se había concretado aún la construcción del Matadero Municipal; se carecía de una Biblioteca Popular, la Municipalidad carecía de edificio propio y el que ocupaba, si bien era propiedad del Ministerio de Guerra, su traspaso era gestionado en las altas esferas de la Nación para sede de la misma Municipalidad o para el futuro edificio del Colegio Nacional, a lo cual el M. de Guerra se oponía, por cuanto lo deseaban para uso propio, siendo esta la tesis que prevaleció finalmente, ya que en 1933 pudieron trasladar a él las oficinas del Distrito Militar 26. (Aquí corresponde agregar que para acelerar el desalojo de las oficinas municipales, desde marzo de 1927 se le comenzó a cobrar a la Municipalidad un alquiler mensual de $ 150.- min.). Se carecía aún del Hospital Regional, cuya construcción se encontraba paralizada  por falta de recursos, agravado por no haberse recibido el subsidio de $ 50.000.- m/n. que el Congreso Nacional ya había aprobado; continuaba clausurado su polígono de tiro y la juventud carecía de un lugar para hacer prácticas de tiro; por último, se comenzaba a manifestar el malestar que provocaban los ocupantes de la manzana 92, donde se encontraban concentrados lenocinios, en cuya vecindad se empezaba a edificar, con lo que en pocos años dicha manzana se encontró rodeada de casas de familia, razón por la cual se solicitaba su traslado a zonas más alejadas.