
Barco a vapor, de 100 t de registro, 5 pies de calado y sin quilla, que transportó al explorador Francisco P. Moreno y un grupo de colaboradores en 1879 para reconocer desde el río Negro hacia el sur.
Al mando de Cándido Eyroa, antes de zarpar la prensa porteña criticó severamente el estado de la embarcación, y advirtió que sería el “ataúd de Moreno”.
Zarpó a mediados de septiembre y, hacia fines de ese mes, estaban cruzando la barra del río Negro. Como el cauce del mismo estaba muy bajo, el Vigilante encalló a la altura de China Muerta, y luego volvió a Carmen de Patagones. Desde allí, su comandante decidió que era mejor explorar el golfo San Matías; el 12 de octubre zarpó y, entonces, la expedición se dividió en dos: mientras Moreno continúa por tierra hacia la cordillera, el grupo de marinos sondea las costas del golfo mencionado para ver la factibilidad de utilizar, en un futuro, el puerto de San Antonio como vía de comunicación entre el Atlántico y las provincias chilenas del sur. En esta misma zona, la comisión realizó estudios hidrográficos, levantó planos y trató de hallar agua dulce entre los bancos pedregosos del Saco de San Antonio.
El 01/02/1880 se hace cargo del vapor Antonio Oneto. Tres días después está en Carmen de Patagones donde luego recibe orden del ministro Pellegrini de “bajar” a Buenos Aires para entregarlo al Ministerio de Guerra “bajo prolijo inventario”.