lunes, 4 de noviembre de 2024

Brenda Moulton y Kaylea, su hija, pasaban unos días de vacaciones en la isla griega de Mykonos. Todo iba de lujo hasta que un día, paseando por la playa de Platis Gialos (que es conocida por sus hoteles caros y los restaurantes de lujo) decidieron entrar a tomar algo tras la insistencia de los empleados: “¡Siéntense aquí! Siéntense aquí!”, les insistía.

Ambas estaban sedientas y además tenían algo de hambre. Por ello, pidieron un mojito cada una y un plato de patas de cangrejo que disfrutaron mucho…. hasta que llegó la cuenta. Y las caras cambiaron. El gasto de su consumición ascendía a 525 euros (560 dólares). Pero la estafa no acaba ahí. A esta cantidad, el local sumó una propina obligatoria de otros 86 dólares (80 euros). Así que, el total era de 646 dólares (604 euros).

Moulton lo tuvo claro. No iba a pagar esa factura y le dijo a uno de los camareros que “dos patas de cangrejo y dos mojitos no pueden sumar más de 600 euros”, decía en declaraciones a un periódico griego. Es ahí cuando todo empieza a volverse tenso. El empleado del restaurante se puso a amenazarla asegurando que si no abonaba esa cuenta no regresaría a Estados Unidos. “Entonces me dijo, textualmente: ‘Voy a llamar a la policía. Te retendrán aquí y no volverás a tu país. Podemos encontrar fácilmente dónde vives”, decía la ciudadana estadounidense.

Se sintieron coaccionadas y, por ese motivo, decidieron pagar la cuenta y abandonar cuanto antes el restaurante para olvidar el suceso. No obstante, decidieron quedarse fuera y advertir a los turistas de los precios abusivos y la estafa que el local hacía con sus comensales. Su rabia no se acabó ahí. Ambas decidieron emprender acciones legales contra el establecimiento. Marizanna Kikiri, la abogada de ambas, aseguró que sus clientas fueron amenazadas y recibieron un trato vejatorio e injusto por parte del restaurante.

Además, si uno acude a leer reseñas recientes del DK Oyster Bar uno puede leer los siguientes comentarios: “los insistentes camareros te engañarán para que pagues una factura más alta y te imtimidarán para que la pagues”, decía un usuario, mientras que otra aseguró que su cuenta “superó los 430 dólares (402 euros) por un par de bebidas mal preparadas”.

Un cliente español visitó un bar de Portugal y esto es lo que encuentra al pedir la cuenta: “El detalle…”

En este caso, la noticia se produce en Portugal. Miguel López, que así se llama el chico que se encuentra tras la cuenta @hematocritico ha explicado que eran 17 personas y que, como es lógico, tras la consumición pidieron la cuenta. No obstante, lejos de recibir un ticket con el desglose al detalle de lo que habían consumido, les entregaron un trozo de papel con el importe a pagar.

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