Cuando se les pregunta a los más ancianos por el cine, la respuesta no se hace esperar: “El primer cine fue el Armonía”, dicen, y en parte no se equivocan. Fue el primer salón exclusivamente levantado para esa función. Don José Méndez, panadero en su La Coruña natal, en Esquel instaló otra similar, con horno a leña. Un día decidió invertir en el negocio del cine. Se endeudó y la construcción demoró varios años, hasta que la ciudad vio nacer el Armonía, primer cine esquelense, sobre 25 de Mayo entre 9 de Julio y Rivadavia, inaugurado a fines de la década del ’20.
Funcionaba todos los días; las películas llegaban en carros o en los “colectivos” de la línea de los Hermanos Paredes. En sus instalaciones con capacidad para más de un centenar de butacas, se proyectaban numerosas películas argentinas; también películas de Chaplin y muchas norteamericanas, todas en blanco y negro. Los vecinos recuerdan que una sirena anunciaba que las películas habían llegado; otra, un rato después, avisaba que estaba por comenzar la función. Se daba tiempo para que el público se alistara convenientemente. También había funciones teatrales.
El cine era toda una novedad, una atracción y tenía éxito. Por ello, José Salsamendi, propietario de un hotel en la esquina de San Martín y 25 de Mayo, decidió construir otro cine, el Ideal. Funcionó de 1932 a 1945; el local fue alquilado luego a una cooperativa denominada “Eva Perón” y más adelante a varios comercios. Según su hijo Edilio, el Ideal trabajó con distribuidoras de Metro Goldwyn Meyer y Warner Brothers, lo que su a juicio implicaba una ventaja respecto del Armonía, que trabajaba con material de Universal y la Fox. También dice, con orgullo, que la gran novedad del Ideal fue la iniciación del cine sonoro en Esquel. Otra novedad fue pasar del cine por actos al continuado. Había tres funciones: matinée, vermouth y noche. También hacían publicidades con un vidrio pintado, tipo “transparencias”. Recuerda éxitos de público en el Ideal: “Lo que el viento se llevó”, cuando los besos de Clark Gable desde la pantalla provocaban murmullos femeninos en la platea y “Escuela de Sirenas”, con Esther Williams, todas con gran éxito de público. Tampoco olvida un hecho que lo conmovió: el estreno del film argentino “Una Nueva y Gloriosa Nación”, con la presencia de la banda del ejército y toda una fiesta cívica, un 25 de mayo.
Sin embargo, la actividad cinematográfica en Esquel no se inició con el Armonía. Ya en la década del ’20 se proyectaba “Cine en varios actos” en diversas salas no específicas para tal actividad, como la Sociedad Española. El “Esquel” 25º Aniversario comentaba que el primer cine funcionó en “La Maragata” y se denominaba Maitena, según versiones recogidas hasta 1950.
Tanto el Armonía como el Ideal tenían bares anexos. Cuando las películas se daban por actos, entre uno y otro, mientras se preparaban los carretes para continuar con la función, el público acudía al bar. La gente recuerda el murmullo incesante de la gente, el ir y venir apresurado de los mozos para atender los pedidos y ocupar todo el tiempo sirviendo cafés, bebidas, copetines. De pronto, una llamada, un aviso, y a volver a las butacas. La función Continuaba. El Ideal era más popular, tanto el cine como el bar, y tenía billares. Además, había una orquesta de señoritas permanente.
Extraído del libro “Esquel 100 años”, de la Comisión Pro Museo histórico Esquel