viernes, 25 de abril de 2025

La temporada de pesca de langostinos en aguas de jurisdicción nacional enfrenta un panorama incierto debido a un conflicto latente entre las empresas pesqueras y el Sindicato Obrero Marítimo Unido (SOMU). Fernando Álvarez Castellano, presidente de Conarpesa, manifestó que la negativa del sindicato a negociar ajustes en el valor de producción podría impedir el inicio de la actividad pesquera, generando un fuerte impacto en el sector.

De acuerdo con Álvarez Castellano, el conflicto se origina en la falta de rentabilidad de los buques congeladores tangoneros, que operan con un valor de producción establecido hace 20 años cuando el langostino alcanzaba los 12 dólares por kilo. Hoy, con precios de venta que rondan los 5 o 6 dólares, las empresas enfrentan dificultades para sostener los costos laborales y operativos.

“Nosotros seguimos pagando el mismo valor de producción que cuando el langostino valía 12 dólares, pero ahora lo vendemos a menos de 6. No podemos salir a perder dinero”, afirmó Álvarez Castellano, quien además advirtió que muchas embarcaciones podrían quedarse en puerto si no se logra un acuerdo satisfactorio con el SOMU.

El dirigente empresarial destacó que la negativa del sindicato a dialogar y la proximidad de las elecciones sindicales han complicado aún más la situación. Según explicó, durante la Fiesta del Pescador el SOMU presentó denuncias ante la Secretaría de Trabajo, acusando a las empresas de intentar alcanzar acuerdos por debajo del valor de producción. Esto generó preocupación entre los armadores, quienes temen ser blanco de medidas sindicales más estrictas.

“Yo no voy a armar los barcos para salir a perder dinero y menos con las amenazas del SOMU. Si no hay arreglo, no habrá temporada”, advirtió el empresario. A su vez, señaló que mientras los tripulantes pierden ingresos diarios al no salir a pescar, las empresas evitan pérdidas económicas considerables al permanecer inactivas.

“Cada día que pasa, los tripulantes dejan de ganar un dinero. Pero yo cada día que pasa y no salgo, es un día que dejo de perder dinero. Entonces si no hay ningún arreglo, me quedaré parado y si no se hace temporada en acción con los barcos, pues no se hará”, afirmó.

Muchas empresas del sector enfrentan una realidad similar y advierten que, si el conflicto no se resuelve pronto, la temporada de pesca de langostinos en aguas nacionales podría verse severamente afectada, con consecuencias económicas y laborales para miles de trabajadores.

 

Nota realizada con declaraciones a LU20

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