sábado, 27 de julio de 2024
Esquena de 25 de Mayo y San Martín. Los carros ingresan a edificio de la Compañía Mercantil Chubut

Según algunas fuentes, antes de trasladarse Morelli al valle con la línea telegráfica, en Esquel ya había una casa de comercio. Dos años después, en 1908, la primera panadería. En 1909, el primer horno de ladrillos. Había entonces pobladores para adquirirlos y levantar casas de material o mejorar las precarias, peones para trabajar en el horno y leñateros para suministrar el combustible. En el mismo año, el primer hotel, prueba del movimiento de gente que llegaba o transitaba por el valle.

En 1914, se instaló en Esquel el primer molino harinero. Se trabajaba con trigo de la región. En 1916, se sumó el teléfono a la única comunicación moderna existente en Esquel, el telégrafo: se fundó la “Compañía Telefónica Evans, Owen y Cía.”, del Valle 16 de Octubre. Era una línea antieconómica, por su extensión y escaso número de abonados.

La llegada de nueva población y la que se hallaba en tránsito facilitaron la instalación de numerosos hoteles, al principio, precarios, pero con las mínimas comodidades exigidas. Llaman la atención la gran cantidad de hoteles, si se tiene en cuenta que no había en aquellos años actividades turísticas, lo que evidencia un intenso movimiento de gente. Las sucesivas ventas de estos comercios indican que aunque los precios no fueran exorbitantes, había interés en comprar hoteles. Era notoria la cantidad de hombres que circulaban y trabajaban. No extraña que se instalaran también muchos bares. Se menciona el que tal vez haya sido el primero, a cargo de un tal Cánovas, en 1916.

Dadas las características de la zona, con población rural dispersa que tenía necesidad de adquirir “vicios” para largos períodos, u otras mercaderías que no fueran sólo alimentos, no faltaron las casas de “ramos generales”. En muchos casos, apoyándose en la falta de efectivo de los clientes rurales y por tratar personalmente los mismos, esas casas iban adquiriendo frutos del país como parte de pago; de allí, libreta, cuenta abierta, deuda y el “enganche” del comercio respecto del comprador para la próxima zafra. Históricamente, los comercios de este tipo se transformaron en acopiadores de cueros y lanas, lo que aparejó el crecimiento de sus capitales y su poder dentro de cada comunidad.

El primer comercio de ramos generales habría sido establecido por Arturo Manini en 1905. Más tarde, se agregaron otros. También se instalaron la firma alemana Lahusen, la Cooperativa Mercantil del Chubut, cuyos dueños eran galeses de Trelew y en 1918, se estableció en Esquel la “Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia”. La Anónima funcionó en las esquinas de Alvear y Fontana y sus tropas paraban en las manzanas de enfrente, en diagonal.

También se fueron instalando numerosos profesionales: médicos, desde 1907, veterinarios y farmacéuticos, a partir de 1913; odontólogos, desde 1914; escribanos, desde 1922; abogados, a partir de la apertura del Juzgado Letrado en 1933. En 1932, se instaló una mosaiquería fundada por Ervedo Rossi, uno de los primeros vecinos de Esquel. Otro emprendimiento propio de la pequeña industria agropecuaria fue el Molino y Fideería “Esquel” de Luis Webber. En 1940 se inició la explotación de una calera, ubicada en el campo Schajman. En 1947 se instaló un lavadero de lanas (T.E.S.A.).

Las chacras familiares, en la periferia, trabajaban todo tipo de facturas de cerdo y lácteos, aunque manteca solía comprarse en lata en el almacén de ramos generales. La agricultura complementaba a la ganadería, que siempre fue de mayor peso. Había estancias un poco más lejos del pueblo.

Fragmento del libro “Esquel 100 años”, de la Comisión Pro Museo Histórico Esquel

 

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