martes, 3 de diciembre de 2024
Avenida principal de Comodoro Rivadavia aún sin pavimentar

Secar el “Colhue Huapi” y convertirlo en un valle fértil

En los años 50 se abren calles céntricas como Ameghino y España, nivelándose para poder transitar para la loma, todo en marcha y lo que no, los gobernadores militares lo prometen para el corto plazo: el puerto y el agua, para variar, siguen necesitándose con la misma urgencia que a comienzos de siglo.

Marcelino Muller, gobernador militar en 1951, declara al diario El Rivadavia que el presidente Perón comprende la necesidad de la obra portuaria y que por eso ha sido incluida en el segundo Plan Quinquenal, próximo a lanzarse. Y no sólo puerto: Muller habla de su proyecto de “secar el lago Colhue Huapi”, para aprovechar el limo que seguramente hay en el fondo y convertir el predio en un valle fértil para el cultivo de todo tipo de productos.

(En el año 2.000 quedó al descubierto el fondo gredoso del lago “Colhue Huapi” por la gran sequía, lo que dio por tierra esos alocados proyectos)

Una orden para pavimentar 100 cuadras en 15 días

El ejido urbano es aún limitado, porque no incluye la zona norte, perteneciente a los yacimientos. Desde el este, Comodoro empieza en el vértice trunco de un triángulo que nace en la costanera. Un lado se extiende a lo largo de calle Sarmiento y el otro a lo largo de la playa, que por entonces contornea lo que será años después la avenida Yrigoyen.

Hacia el Oeste, el ejido termina en calle 13 de Diciembre y resulta tan lejano que incluso trasladan el cementerio a ese lugar.

En 1953, se licita una obra de 100 cuadras de pavimento: “Me llamó el gobernador militar Carlés y me dijo: tiene 15 días para armar toda la licitación del pavimento. Le dije que era imposible en tan poco tiempo, entonces sugerí la contratación de un ingeniero y armamos la licitación, tras hacer los estudios correspondientes”.

Esa obra alcanza a las principales calles: San Martín, Rivadavia, Ameghino, transversales a éstas y avenida Alsina. La obra será conflictiva porque los vecinos presentan muchos problemas para pagar las cuotas, por lo que el Gobierno los asiste con un sistema de créditos a través del Banco Nación.

De todos modos, no serán pocas las reuniones en el Municipio, nuevamente con el comisario Stafforini como interventor, tratando de convencer a los vecinos para que paguen las cuotas y permitan así el avance de la obra en el resto de las calles. Aun después de terminado el régimen de la Gobernación Militar, la pavimentación y su deuda seguirán siendo un gran problema en el pueblo.

Fragmentos del libro “Crónicas del Centenario”

 

 

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