martes, 24 de junio de 2025
Cúter Luisito

Pequeña embarcación que debió fabricar Luis Piedra Buena en las costas de la Isla de los Estados, tras el naufragio de su barco Espora ocurrido el 10/03/1873.

Con esta pequeña nave, rescató a los náufragos de los bergantines Eagle en 1873 y Doctor Hansen en 1874.

Relata Raúl Entraigas los avatares de la construcción del Luisito, y los viajes y aventuras que protagonizó hasta su venta en 1875 a José Nogueira, tras el recibo de una carta de Félix Frías, en la que le pedía que se pusiese en marcha a la mayor brevedad para Buenos Aires, porque el gobierno argentino necesitaba de sus servicios.

Tras el mencionado naufragio del marino, estando sus tripulantes moral y físicamente vencidos, ideó en su mente los planos de este cúter con los rezagos del barco perdido. Primero levantó una choza para guarecerse, y el 16/03/1873 comenzó la obra del futuro Luisito.

El 03/05/1873 lo dio por terminado, el día 8 pudieron dormir todos a bordo y el 11 botaron la nave.

Piedra Buena lo bautizó con el nombre de su primer hijo varón: Luisito.

Tenía: eslora, 35 pies ingleses (casi 11 metros); manga, 13 pies ingleses (casi 4 m); calado medio 5 pies; puntal, 8 pies a proa y 7 a popa (2,0 y 2,40 m); desplazamiento, 18 t.; cubierta corrida, escotilla a proa y un tambucho a popa; timón a caña; un único palo con vela trapezoidal (cangreja), foque y trinquetilla y el ancla del Esport amarrada al palo Sentencia Entraigas: “Se ve que el marino patagónico no había perdido el tiempo cuando pasó dos temporadas en Nueva York estudiando la difícil ciencia y arte de los barcos”.

El 18/05/1873 zarparon abandonando los restos del Espora; al otro día amanecieron frente a la bahía de Policarpo, en la Tierra del Fuego y sólo el 27/05/1873 llegaron a Punta Arenas.

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