
Harrington planteó de lleno el tema en 1942 (Consejo, op. cit., 197 – 8). Primero, señala la existencia de por lo menos dos topónimos homónimos, el primero el actual pueblo del Chubut, y el segundo, un ‘cerro en el Departamento Languineo, cerca de Los Menucos y de la laguna y cerro Ale Ufco”. Y en cuanto al origen y significado de la voz: “Gaiman, voz que erróneamente suele pronunciarse como aguda, es de la lengua gününa küne y denomina a una piedra que se utiliza para afilar. Se la tiene por tehuelche (aóeni künk), pero no es así”.
Moreno visitó el primer sitio y mencionó la roca (una arenisca) en 1876 (1969, 50): “Además de Tre-Rawson, hay otro grupo de casas en Gaiman (Piedra Blanca) a la entrada del valle superior. En ese punto las habitaciones son más cómodas y en su mayor parte están construidas de arenisca endurecida que se obtiene de la meseta inmediata”. Burmeister en 1888 (1891, 208): “Otro centro, Gaiman, existe a cuatro leguas río arriba de Trelew… Allí se extraen areniscas muy compactas, que han servido para la construcción de algunas casas”. Escalada, a su vez (1949, 62), al comentar algunos topónimos del viaje de Muster (1964, 153), analizó la voz kaimak, que aparentemente se emparienta; transcribo de aquél: “… hemos recogido ‘Káimack’ o ‘Gáima k’, en que la consonante inicial es muy gutural e intermedia entre una y otra de las anotadas y la última a tiene un sonido que se aproxima a una o. El significado atribuido es ‘piedra de afilar’…”
Parece claro que se trata de voces emparentadas a través de un radical gaim = kaim = qaim, utilizadas indistintamente por tehuelches septentrionales y meridionales, y que designan o aluden a una roca áspera, una arenisca compacta, utilizada para afilar. Y sin embargo hay una excepción en la lista: mi informante Juan Velázquez, quien habló de una piedra “lisa”! Y falta un testimonio, que lo apoya; el de Amelia Ibáñez, quien me dio -para el tehuelche meridional- la siguiente versión: “gáimën piedritas bien lisas, largas (10 cm o poco más y 3 o 4 cm. de ancho), de punta chata. La ‘Sorda’ traia del norte”. Aludía a una tehuelche meridional de Camusu Aike, Santa Cruz.
Obviamente le pregunté si las traía del paraje Gaimën, en análisis, y me respondió que no; que ella había estado allí y no encontró!
Pero no se desespere el lector, ya que creo haber aclarado el enigma. Sucede que “afilar” tiene dos connotaciones en tehuelche: una, la de afilar pasando el artefacto sobre la piedra arenisca, y otra, la de afilar golpeando con un fragmento de hierro (un bulón, por ejemplo) a la piedra de sílice, es decir “retocando” con un percutor de hierro para usar la jerga arqueológica… el que reemplaza a una piedra, pero esta vez lisa, de las características de la descripta.
En mi opinión, gáimën se aplicaba primero a la arenisca, y luego pasó al percutor de piedra lisa (y luego hierro). Un sinónimo de “afilador”, por lo menos en el sentido de “percutor”, es mesjanuwen (misma informante), таsjenuwn, de masjen “afilar” (Teresa Pascual). Ignoro si había un verbo distinto para “afilar sobre la piedra”, en esa lengua. En tehuelche septentrional ambas acciones parecen ser nombradas indistintamente, pero de dos maneras, o con dos verbos: iawischá- wetr, iawiskëcháwëtr “piedra de afilar” (literalmente “para afilar”), José María Cual. En otra oportunidad ¡aujëchëwëtr, de donde iaujëch, iújëch, jëcha (mismo informante).
Fragmento del libro “La toponimia indígena de Chubut”, de Rodolfo Casamiquela
1 comentario
Muy interesante e instructivas las sucesivas notas que publican, dado que son escasos los datos sobre los sucesos y situaciones que se dan a conocer, que hicieron desde el inicio a nuestro país, tal como es hoy.
Muchas gracias.