viernes, 25 de abril de 2025
Cacique y mayor del ejército Miguel Linares

Varios aborígenes con el apellido Linares han quedado referenciados en distintas obras históricas: Miguel, Manuel, Mariano y Celedonio Linares.

Hermanos entre sí, su tribu se encontraba ocupando los campos entre los fortines Invencible y San Javier, al oeste de la actual Viedma, en 1856. Estos aborígenes se encontraban regenteados por el cacique y mayor del ejército argentino Miguel Linares, dependiendo éste del jefe de Carmen de Patagones.

Amigos perdurables del hombre blanco, siempre estuvieron dispuestos a no permitir que los malones invadieran la comarca. En ocasiones, pelearon con éxito contra los invasores.

Este mismo militar y cacique se embarcó con el teniente coronel Lino O. de Roa a mediados de julio de 1883 en Patagones, y el 22, ya desembarcados en Puerto Deseado, tomaron prisioneros a los integrantes de la tribu de Orkeke. La orden impartida era ir tras las huestes de Sayhueque e Inacayal.

Sin subsanar el error cometido, ambos militares al frente de 28 soldados montados en los caballos capturados a los nativos próximos a Deseado, partieron hacia el Chubut en busca de los indígenas mencionados.

El 20/06/1872 partió el sargento mayor Mariano Bejarano desde Carmen de Patagones rumbo a las tierras de Sayhueque, acompañado por el capitanejo Manuel Linares como guía y cinco indígenas de escolta, llegando el 30 de julio a las tolderías próximas al río Collón Curá, encontrando a los nativos dispuestos a atentar contra su seguridad. Fue en esta circunstancia en que Linares advirtió a los caciques que para matar a Bejarano tendrían que hacerlo con él y sus indígenas también. Ante esta tesitura, el cacique Mancucheo le brindó su protección, y en general le dispensaron el mejor tratamiento que podían.

El explorador Musters comenta que para marzo de 1870 se llevó a cabo un parlamento entre Sayhueque, Casimiro Biguá y Foyel, al que “Asistieron numerosos jefes, se celebró debidamente, y en él tomó parte Mariano Linares, hermano del cacique de los indios y al servicio del gobierno. Era pariente político de Cheoeque [Sayhueque] y lo habían enviado de Patagones para que indujera al cacique a mantener la paz (…) Linares y Casimiro demostraron que al cacique no le convenía intervenir porque perdería inevitablemente las valiosas provisiones de caballos y de vacas que le daba el gobierno bonaerense y que era más provechoso recibir las raciones anuales que saquear y desbaratar las colonias del Río Negro”.

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