sábado, 27 de julio de 2024

El 6 de Enero de 1802, desde el “Campo de Gibraltar”, el teniente San Martín da cuenta a S.M. de haber sido asaltado por cuatro facinerosos que pretendieron asesinarlo después de haberlo despojado de 3.350 reales, remanentes del dinero que se le entregó para conducir una partida de reclutas que mandaba de la ciudad de Valladolid para la de Salamanca. San Martín que se había atrasado de su partida “por la demora en el cumplimiento de bagajes de la justicia de tránsito”, se defendió usando su sable; “pero habiendo recibido dos heridas, una en el pecho de bastante gravedad y otra en una mano, tuve que abandonar los referidos efectos”.
El coronel de su regimiento Don Toribio Méndez elevó la comunicación de San Martín, considerándolo a este “acreedor a que V.M. se digne indultarle del pago por ser un oficial de acreditado valor y conducta”. Y el Inspector General de Infantería, general Don Francisco Javier Negrete, redactó su informe en los siguientes términos:
“Señor, merece la mayor consideración la súplica de este oficial cuya desgracia de ser robado y gravemente herido casi presencié por hallarme casualmente en aquellas circunstancias cerca del paraje donde le sucedió y de cuyas resultas tuve yo mismo que suministrarle algún socorro, para su persona y partida. En este concepto juzgo propio del piadoso corazón de Vuestra Majestad le perdone el pago de tres mil trescientos cincuenta reales que ha quedado debiendo al cuerpo de su comisión por el motivo expresado; esto no obstante, V.M. resolverá lo que sea de su real agrado”.

S.M. otorgó la gracia solicitada.
Ref. : ”Efemérides Sanmartinianas”. De Jacinto R. Yaben.

Por Miguel Ángel Martínez

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